Se cumplen 30 años de la muerte de Groucho Marx

El comediante del bigote falso integró junto con sus hermanos uno de los grupos más famosos del cine y del teatro. Humor irreverente.

UN GENIO. Con su imagen característica, Groucho Marx practicaba la ironía como ningún otro comediante en los nacientes años del cine hollywoodense. ARCHIVO LA GACETA UN GENIO. Con su imagen característica, Groucho Marx practicaba la ironía como ningún otro comediante en los nacientes años del cine hollywoodense. ARCHIVO LA GACETA
19 Agosto 2007
"No me interesa pertenecer a ninguna organización social capaz de aceptarme como miembro", escribió Groucho Marx con acidez y picardía en una misiva incluida en su libro "Las cartas de Groucho", que envió a un club de Hollywood que lo tentó para tenerlo entre sus socios. En el prólogo de ese libro, el crítico y escritor Arthur Sheekman describió algunos de los rasgos más salientes de este "divertido insolente". "Dicen que Groucho es un personaje cómico porque dice descaradamente, y por supuesto con presteza, lo que nosotros podríamos pensar pero somos demasiado tímidos para decir. Esto no es verdad. Lo que realmente caracteriza a su insolente comicidad no es el descaro sino el ingenio", escribió Sheekman.
Comediante inigualable, parangonable a Buster Keaton, Jacques Tati, Charles Chaplin o Laurel y Hardy, Groucho nació en Nueva York el 2 de octubre de 1890 con el nombre de Julius Henry Marks, y falleció en Los Angeles el 19 de agosto de 1977, a los 86 años, hace exactamente tres décadas.
Ganó en 1972 de un premio especial del Festival de Cannes y, en 1973, un Oscar honorario; este hijo de inmigrantes alemanes se hizo famoso como miembro fundamental de los Hermanos Marx, grupo dentro del cual parodiaba a un hombre de la alta sociedad, con un frac que le quedaba mal y un puro que nunca terminó de fumar.
Cínico, ingenioso, dueño de un amplio bagaje cultural, Groucho practicaba la verborragia, la ironía, los juegos de palabras y una sinceridad descarnada para socavar los cimientos, desestabilizar y revelar las miserias de una sociedad donde la hipocresía y el egoísmo llevaban la delantera.
Tanto en el teatro de variedades, donde se iniciaron, como en el cine, Groucho y sus hermanos Chico, Harpo, Gummo y Zeppo- poseían un gran poder de improvisación para satirizar sin piedad los puntos más negativos de la sociedad contemporánea, en sus aspectos sociales, económicos y políticos. Siempre malhumorado y pesimista, Groucho -que además era un escritor de finísima ironía y sentía una debilidad especial por las mujeres- impuso un formidable sentido de la irrisión verbal.
Los filmes "Una noche en la Opera" y "Un día en las carreras" señalaron el comienzo de una nueva etapa y el fin del cuarteto, convertido en un trío al retirarse del grupo Zeppo. En 1941 el grupo se separó y recién volvió a reunirse en "Una noche en Casablanca" y "Locos de atar", pero la decadencia del trío ya era imparable.
Luego sólo Groucho continuó en el cine, aunque en forma esporádica, para iniciar paralelamente una fructífera labor en radio y TV, donde trasladó su humor anárquico y surrealista al programa "You Bet Your Life".
Al final de su carrera participó en seis filmes y además coescribió el guión de otro. (Télam)

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