¿Es posible identificar cuándo la información que se recibe sobre productos y servicios para el cuidado de la salud es engañosa? Por lo pronto, la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) emitió una serie de consejos para que la gente identifique, por lo menos, las que no respetan la normativa establecida para proteger al público de falsos mensajes.
La Anmat es la institución encargada de la aprobación y del control de alimentos y medicamentos; le compete también auditar la información que circula en los medios sobre productos y servicios relacionados con la salud. "Muchas veces, en las diferentes publicidades de venta televisiva que provienen de señales extranjeras, los productos promocionados no se encuentran inscriptos y/o autorizados en el país. La seguridad, la calidad y la eficacia de estos productos ?recalca el comunicado? no cuentan con el aval de la Anmat, por lo que, con el fin de proteger la salud de la población, se desaconseja su consumo y se sugiere la consulta previa" al organismo, cuya página web es www.anmat.gov.ar.
"Muchas de las publicidades que se observan en internet o que llegan a través de los correos electrónicos exceden el marco normativo, por lo que se aconseja consultar previamente", aclara.
Utilización adecuadaEl comunicado parte de la base de que toda publicidad debe "propender a la utilización adecuada del producto, presentando sus propiedades objetivamente sin engaños o equívocos, brindando información veraz, precisa y clara".
En cualquier publicidad, la primera sospecha aparece cuando se atribuye al producto acciones o propiedades terapéuticas, nutricionales, cosméticas, diagnósticas, preventivas o de cualquier otra naturaleza que no hayan sido expresamente reconocidas o autorizadas expresamente por la autoridad sanitaria nacional.
No puede sugerirse que un producto medicinal es un alimento o cosmético u otro producto de consumo, y viceversa.
Un anuncio no puede sugerir que la seguridad o eficacia del producto se deba al hecho de ser "natural". Para los productos obtenidos a partir de sustancias de origen natural, sólo se puede consignar que es "elaborado u obtenido a partir de sustancias de origen natural", o bien "con ingredientes obtenidos a partir de sustancias de origen natural".
Un producto no debe estar dirigido exclusiva o principalmente a menores de edad sin consejo de un adulto. Tampoco a embarazadas o a mujeres en período de lactancia, a menos que los productos hayan sido aprobados específicamente por la propia Anmat.
Los mensajes comparativos no deberán, según la Anmat, crear confusión, poner en ridículo o denigrar a otro producto; deformar la imagen de estos; atentar contra el buen nombre o prestigio de terceros, o intentar crear una situación de rechazo hacia los productos de la competencia o de sus usuarios.
Hay que leer el prospecto y consultar al médico
Una de las indicaciones en la que más hizo hincapié la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) en el comunicado que emitió, es en que hay que leer el prospecto de los medicamentos y, en caso de tener alguna duda, consultar a un médico o a un farmacéutico.
"La publicidad no puede dar información que contradiga las indicaciones y usos contenidos en los rótulos y prospectos de los medicamentos. Y jamás debe faltar la leyenda: ?Lea atentamente el prospecto y ante la menor duda consulte a su médico y/o farmacéutico?", afirma el documento. "No se podrán promover u organizar concursos, certámenes o sorteos de cualquier naturaleza o entregar regalos o beneficios de cualquier índole en los que estén involucrados especialidades medicinales de venta libre o medicamentos fitoterápicos de venta libre", agrega.
"No hay ningún alimento ?ni suplemento dietario? cuyo consumo sea ?garantía de salud?. Tampoco se puede medir cuánto disminuyen el riesgo de adquirir una determinada enfermedad por consumir un determinado alimento. Las publicidades de los alimentos y los suplementos dietarios no pueden mencionar condiciones patológicas o anormales", aclara la institución.
Ningún alimento puede ser publicitado como reemplazo de una comida convencional, ni como único integrante de una dieta. No pueden atribuírsele propiedades terapéuticas: apenas puede mencionarse que ?ayuda a prevenir o a proteger? contra determinada enfermedad".
"En el caso de los suplementos dietarios se debe aclarar expresamente que el producto suplementa dietas insuficientes, y que se debe realizar una consulta al médico o al farmacéutico ante cualquier duda", aclara.
Lanzaron un nuevo analgésico
Salió al mercado un analgésico para dolores de cabeza moderados e intensos basado en dexibuprofeno, componente activo y purificado del ibuprofeno. El nuevo medicamento, de venta libre, es producido y comercializado por Laboratorios Bagó con el nombre de Cefalex VL, con el objetivo de brindar un alivio efectivo con una menor dosis y mejor tolerancia. El fármaco se vende en presentaciones de 10 y de 20 comprimidos recubiertos, y está disponible exclusivamente en farmacias.