"No sabía cómo explicar lo que cobró en el penal"

PERICO, Jujuy (Enviado especial, Carlos Oardi).- Si las tres atajadas de Andrés Jemio en el segundo tiempo se hubieran producido en un contexto distinto, muchos hablarían sobre él. Pero con el 3 a 2 aún no digerido, ni el arquero tiene ganas de contar cómo hizo para hacerle la vida imposible a Marcos Morinigo y para ganarle un mano a mano a Paolo Rossi.
“Lo único que nos tranquiliza es que intentamos ganar. Se nos complicó al final. Después del gol de Petrovelli nos retrasamos bastante. Con un hombre menos podríamos haber marcado el tercero, pero todo se fue por la borda cuando el árbitro cobró un penal inexistente. Cuando le preguntamos qué había cobrado, no sabía explicarnos qué era lo que había visto”, indicó el “Mudo”, que no se calló nada.
“Uno sabía que iban a pasar estas cosas; en la semana nos preparamos para esto. Quiero destacar la entrega de mis compañeros a pesar de todas las adversidades. Uno, cuando entra a la cancha, quiere ganar sin medir las consecuencias”, aclaró Jemio sobre la sensación que sobrevoló el ambiente: si Atlético hubiera ganado, todo habría sido peor.
“Personalmente siento que cumplí en los dos partidos. Necesitaba sentirme útil. Pude darle tranquilidad al equipo. Creo que hicimos un excelente Clausura. Ahora vamos por Brown”, dijo Andrés, que volverá al banco.

“Parece que estuvimos en una guerra”
“Me duele, tengo el hombro inflamado. Me tiraron con un ladrillo. Estoy con antiinflamatorios e hielo en la zona”, dijo Víctor Taberna, que cayó tendido en el suelo. En ese momento, Jorge Solari se tomó la cara con ganas de no seguir jugando.
Además de sufrir la agresión, Taberna detalló un ingreso de terror. “Nosotros les damos toda la seguridad cuando vienen a jugar acá. Cuando llegamos fuimos emboscados por la barra de Talleres. Nos quisieron robar los bolsos y la Policía de Perico no hizo nada. La seguridad que llevamos nosotros tuvo que tirar balas de goma. Si no lo hubiera hecho, no sé qué pasaba”, comentó “Popó”, que no jugó en buen nivel. “Sobre el partido, creo que el árbitro fue muy localista en el complemento. Nos inventaba faltas, córners... Jiménez le pegó un piña a Torres. Todo pasó al lado del árbitro; le protesté y me contestó que no podía hacer nada”, reveló el defensor sobre Stevenot. El ayudante de campo Roberto Ramírez también habló. “Parece que estuvimos en una guerra. ¡Qué no nos tiraron! Agredieron a un jugador, le pegaron al fotógrafo, el árbitro inclinó la balanza... Todo fue muy raro”, indicó.

 

Corazón “deano”

 Defaveri se sintio robado. “ Nos metieron la mano en el bolsillo. El penal que le cobraron a Barrionuevo no tiene nombre. Por el rostro del árbitro ya pensábamos que se iba a llegar a este final”, lamentó Leonardo Defaveri, que ingresó a jugar los últimos 22 minutos en lugar de Waldo Brandán, que sufrió un esguince en el tobillo. “El clima fue muy hostil desde que llegamos al estadio y durante todo el partido. Pese a todo, no reaccionamos porque pensamos en lo que viene”, indicó el juvenil.

Mas bronca contra el juez. Sanos y salvos, los jugadores de Atlético  llegaron a las 19.30, todavía con mucha bronca en sus rostros. Todos fueron citados a entrenarse hoy a las 9, en UTA. Algunos harán trabajos diferenciados, otros anaeróbicos. “El árbitro (Maximiliano Stevenot ) nos metió en un arco. Fue todo muy raro”, fue el comentario general del plantel. Los que jugaron realizarán un trabajo regenerativo. Los que se quedaron en Tucumán tendrán una mañana más agitada después de tres días de descanso.

El golpe a Taberna. Víctor Taberna sufrió un hematoma en el hombro izquierdo por el proyectil arrojado desde la platea. “Se le puso un antiinflamatorio. No fue nada grave, pero si le pegaba en la cara, no se qué hubiera pasado”, informó el médico Julio Barreto, que atendió a “Popó” con el masajista Dante Cortez.

¿Avion o colectivo? El cuerpo técnico se reunirá esta noche en el hotel República con los dirigentes para planificar el viaje a Puerto Madryn, una ciudad que queda a 1.850 kilómetros. La idea  es viajar en avión para comodidad de los jugadores. Si lo hacen en colectivo, partirán el miércoles. Durante la semana, Darío Cavallo será probado a fondo  para conocer cómo marcha su recuperación de la distensión de ligamentos. Leandro Zárate, herido en un robo, podrá jugar el partido de ida sin problemas. Hernán Manrique cumplió una fecha de suspensión.