Puerros, cebollitas, zanahorias, apio y hongos. La mezcla tiene nombre. Se llama Strudel de verduras y hongos y es la recomendación de la chef Claudia Fernández Vidal para servir como entrada en la cena de casamiento.
Esta experta culinaria está convencida de que el menú de la fiesta no sólo debe ser original, sino también adaptarse a las altas temperaturas del verano tucumano. Por eso, aconseja saltear todos los ingredientes y envolverlos a modo de panqueque. "La masa del strudell tiene que ser tan finita como para permitir a los comensales leer una carta de amor a través de ella", bromea. Lo cierto es que esta preparación resulta liviana y se deja disfrutar aún en esas noches sofocantes del clima norteño.
Exquisitos y originales
El primer plato no puede fallar. Su objetivo es conquistar el paladar de los invitados. Por eso, Fernández Vidal sugiere deleitar con un Pollo a la Normanda. Sucede que la receta lleva una salsa de mariscos, sidra, crema de leche, mejillones y camarones. Y, como si fuera poco, se acompaña con manzanas flambeadas. "Es bastante pesadita, pero exquisita. Vale la pena probarla", reconoce.
En cuanto al postre, la especialista sostiene que es fundamental incluir en la fiesta de casamiento una mesa con distintas variedades de tortas. "Pero para que también la hora de los dulces sorprenda a todos, se puedes servir una canasta de merengues con crema chantillí, frutilla, salsa de chocolate y una bocha de helado", añade.
Recetas para el amanecer
Aquellos anfitriones que anhelan que a sus invitados no les falte absolutamente ningún bocadillo pueden preparar una mesa de quesos regionales, para que sean degustados en cualquier momento. Regianito, probolone, roquefort, queso Mar del Plata y gruyere son las cinco variedades que no pueden faltar. Aceitunas negras, jamón crudo, lomito ahumado, cantipalo y pastrón también deben estar presente en el resto de los platillos. Y a fin de que el buffet sea súper tentador, Fernández aconseja incluir pechuga de pavo fileteada, crema de queso siboulette y tarteletas.
Para el final de la recepción, esta joven dedicada a los servicios de catering considera que lo mejor es ofrecer pizzetas de sabores varios. "Se las puede comer con la mano, son rápidas de preparar, ricas y no hay necesidad de volver a sentarse", concluye.