"Estamos insistiendo mucho en que creemos que la ganadería es una actividad que quedó relegada frente a otras, como la agricultura en general. La ganadería no tiene estímulos, no tiene previsibilidad en el mediano y largo plazo, ni proyectos de inversiones para el acceso a la genética y la tecnología, ni mejoras en los campos con pasturas. La ganadería es una actividad de un ciclo relativamente largo, en que los resultados no se ven inmediatamente, y queda desplazada frente a otras más rentables, de rápido reintegro de capital". El casi clamor pertenece a Luciano Miguens, presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), quien charló vía telefónica desde Buenos Aires con LA GACETA, en momentos en que algunas entidades ruralistas nacionales anunciaron posibles protestas en desacuerdo con la política del Gobierno hacia el sector.
- ¿Cuál es la posición de la SRA ante el conflicto del campo con el Gobierno?
- Le queremos hacer entender al Gobierno que esto es urgente, que una actividad con tantas posibilidades como las que tiene la ganadería no se debe desatender de esta forma. Tenemos un consumo interno muy fuerte, que pasó de 52 kilos de carne por habitante por año en 2002 a 70 kilos en la actualidad, que se debe atender, y una demanda externa como nunca. Si no encontramos apoyo, o precios que den una justa rentabilidad al productor ganadero, éste buscará otras alternativas. Esto lo tiene que entender el Gobierno, porque no puede faltar carne en la mesa familiar, en cualquier nivel de la sociedad.
- ¿Cuáles son los números del sector?
- El costo para novillos terminados es de $ 2,64 el kilo, y tenemos un precio sugerido en Liniers de $ 2,40. Venimos desde hace un año con esos precios sugeridos por el Gobierno, así que los productores dejaron de mandar hacienda a ese mercado y realizan venta directa a precios más sincerados, aunque no tengamos ya valores de referencia.
- ¿No hay nadie en el Gobierno que entienda estos planteos?
- El secretario de Agricultura, Javier de Urquiza, es un experto en este tema; lo conoce bien porque fue dirigente agropecuario. El problema es que enfrentamos a una prioridad absoluta del Gobierno, como es la incidencia del precio de la carne en el índice de inflación. Como productores de alimentos, sabemos que nuestros productos, como la carne, la leche y el pan, están siempre en la mira de los gobiernos, pero esta vez es más fuerte de lo usual este control y nos preocupa esta política de contener cualquier proceso inflacionario que afecte el índice, porque entendemos que se prioriza sólo el corto plazo.
- ¿Cuál será la posición de la SRA frente a un posible paro agropecuario?
- No vamos a cansarnos de mostrar el problema que existe en el campo, el desequilibrio entre la ganadería y otras actividades. Insistiremos en que en la ganadería los últimos eslabones de la cadena, como son los exportadores, han tenido enormes ganancias por los precios externos, que son hasta ocho veces mayores a los locales. Como contrapartida, está el que vende su producto con precios controlados, que no son los reales. Estamos tratando de que el Gobierno sincere sus prioridades, porque insistimos en que las soluciones son urgentes. Así como vamos, la escasez de carne irá aumentando cada vez más.
- ¿En el actual contexto, cuál será el futuro de la ganadería?
- No sé qué futuro tendrá. Pero vamos a seguir dialogando, tratando de explicar nuestras razones. Si no logramos un apoyo, en vez de discutir los precios de la carne vamos a discutir sobre mantener o recuperar los stocks perdidos. La soja se está llevando muchos productores a esa actividad, y la ganadería debe establecerse en las zonas marginales con productividad menor. Los stocks no varían, mientras la población argentina crece en más de 300.000 habitantes por año.
- ¿Qué les responden desde el Gobierno cuando ustedes reflejan este cuadro de situación?
- Nos dicen que nos va muy bien, que tenemos cosechas récord, con recursos naturales privilegiados, y nos piden que produzcamos barato. Nos remarcan que debemos ser solidarios, y que no podemos pretender precios altos. Nosotros sólo pedimos cierta rentabilidad, porque si no el productor no desarrolla la actividad, simplemente.
- ¿La contrapartida de la ganadería es la soja?
- Ese caso también es conyuntural, y si no vea el problema como el de Santa Fe, donde la inundación puede hacer perder toda la soja de esa zona. Ganó espacios, pero no es bueno tener un monocultivo en el país.