Danny Kaye fue una estrella del cine, del teatro y de la TV

Comenzó a trabajar como comediante en hoteles, luego de abandonar la escuela a los 17 años. Luego, un productor lo llevó al cine y pasó a la fama.

03 Marzo 2007
Su nombre era Daniel Kaminsky; nació en Brooklyn (Nueva York) el 18 de enero de 1913 y se hizo famoso como Danny Kaye a través de su participación en el cine (en filmes como “El lechero”, “El bufón del Rey”, “Un hombre fenómeno”, “Navidad blanca” o “Las cinco monedas); de sus esfuerzos para trabajar por la niñez desde Unicef y por su compromiso con la comunidad judía. Después de haber ganado un Oscar honorífico en 1954 y dos premios Emmy por su labor televisiva, falleció el 3 de marzo de 1987 como consecuencia de un paro cardíaco.
Danny abandonó la escuela a los 17 años, sin graduarse, para comenzar a actuar como comediante en hoteles y en lugares de esparcimiento; en 1940 se casó con Sylvia Fine, que componía las letras y la música que Kaye cantaba. La fama del comediante comenzó a crecer y atrajo la atención del poderoso productor Samuel Goldwyn, que lo hizo debutar en la pantalla en 1944. Durante la década que siguió, la carrera de Danny Kaye fue en continuo ascenso; a los éxitos de sus filmes se sumó la excelente repercusión que tenían sus presentaciones en vivo, y su presentación en el Palladium londinense con un espectáculo unipersonal desencadenó una ola de críticas favorables, además de la adhesión incondicional del público inglés. Por primera vez en la historia, la familia real británica abandonó su palco para ubicarse en la primera fila del teatro y apreciar desde más cerca la actuación del cómico. Su desopilante desempeño como director de orquesta también contribuyó a su fama, y le permitió recaudar gruesas sumas en dólares para ayudar a los músicos pensionados. Pero su salud comenzó a poner piedras en el camino de su carrera: en 1983 fue operado del corazón y un año después debió someterse a una cirugía de reemplazo de cadera; por esos años, ya estaba casi enteramente dedicado a trabajar gratuitamente para Unicef, recaudando fondos para ayudar a los niños desprotegidos.
Uno de sus últimos trabajos actorales fue el telefilme “Skokie”, un alegato sobre las libertades y los derechos cívicos.
A 20 años de su muerte, Danny Kaye es recordado por su versatilidad artística y por su compromiso con las causas humanitarias. (Especial)










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