Un estudio realizado en 2004 en la universidad alemana de Wurzburg ya aseguraba que el 73% de las personas que la sufren se sienten emocionalmente perjudicados y socialmente afectados. Algunos se ven tan afectados en su vida cotidiana por sudar demasiado que la neurocirugía ha desarrollado para ellos un tipo de operación, en dos sesiones, para extirpar los ganglios parasimpáticos, ubicados en ambos costados del tórax.
El estudio señalaba que en un 67,5 % de los casos, la gente consultada manifestó sentirse obstaculizada al conocer a personas por primera vez, y un 55,1 % quedaba "limitado para desarrollar relaciones con otras personas".
La sudoración es uno de los mecanismos de los que el organismo dispone para regular la cantidad de agua presente en él y la temperatura corporal.
Pero, a veces, la eliminación de líquido por la piel se da en exceso, y esto causa un trastorno que los médicos llaman hiperhidrosis. Comúnmente, este problema es más severo en los hombres que en las mujeres, pero son ellas las que consultan más frecuentemente acerca de tratamientos.
La solución quirúrgica al problema, si bien es la única definitiva, se aplica sólo en muy pocos casos y haciendo una cuidadosa evaluación de la relación riesgo-beneficio, ya que se trata de una operación de cirugía mayor, en dos sesiones, que cuenta con un considerable grado de riesgo, según explicó Daniel Spillman, médico dermatólogo porteño, miembro de la Sociedad Argentina de Dermatología (SAD).
La operación se conoce como simpatectomía endoscópica transtorácica, y es la ablación selectiva de los ganglios simpáticos ubicados a los costados de la columna cervical, para tratar la hiperhidrosis de las palmas y axilas.
Se requiere de anestesia general y de la participación de un neurocirujano, por la convergencia de nervios en la zona que se interviene, y puede presentar -de hecho lo hace en el 90% de los pacientes, señaló el dermatólogo- algunos efectos secundarios, tales la como sudoración compensatoria en la espalda, el abdomen, la cintura o las piernas.
IontoforesisPor último, en la terapia física, conocida como iontoforesis, usada para remediar la hipersudoración palmar, la persona debe poner las manos en unos recipientes con agua; luego, se hace circular por estos una pequeña corriente eléctrica a través de electrodos. Este procedimiento debe repetirse varias veces por semana para que sea efectivo.
"Su mayor limitación -comentó Spillman respecto de esta técnica- es su eficacia moderada y la incomodidad del paciente, porque requiere tratamientos reiterados".
Los desodorantes son ineficaces en estos casos
El tipo más frecuente de hiperhidrosis es la axilar, que representa el 60% de los casos, explicó el dermatólogo Daniel Spillman.
Este trastorno se desarrolla-indicó el experto- debido a la hiperactividad de las glándulas sudoríparas de esa área.
La hiperhidrosis axilar afecta por lo general a jóvenes a partir de la pubertad; pero el exceso de sudoración en las palmas de las manos y en las plantas de los pies puede manifestarse desde muy temprana edad.
El tercer grupo importante de las hiperhidrosis es el de las craneofaciales, que por lo general se manifiesta en personas adultas.
Obstrucción de conductosLos desodorantes, y más específicamente los antitranspirantes, actúan por obstrucción de los conductos por los que la piel elimina el sudor hacia el exterior. El caso es que, ante una hiperhidrosis moderada o severa, su efecto resulta totalmente insuficiente, y quienes quieren solucionar ese problema recurren hoy a medidas más radicales.