Sólo para las películas

Análisis. Por Juan Manuel Montero - Redacción LA GACETA.

02 Agosto 2006
Todos lo piensan, pero callan. La  posibilidad de que haya un asesino en serie en Tucumán causa pánico. Pero no sólo entre las potenciales víctimas, sino entre los investigadores, que saben que detenerlo será difícil, a no ser que cometa un error. El modus operandi en ambos casos (Lebbos y Argañaraz) es similar, pero no hay demasiadas coincidencias entre las víctimas. Todo esto, además, está sujeto a lo que suceda con la docente, cuyo paradero es aún incierto. Desde la Justicia esperan que aparezca rápidamente. Desde la Policía, directamente imploran para que esto suceda. Si bien advierten que se han mejorado las técnicas investigativas desde el 26 de febrero (ahora hay un protocolo que debe seguirse en caso de las desapariciones) descubrir a una persona que mata por placer es complicado.
Variados estudios psicológicos indican que un 75% de estas personas tienen un alto coeficiente intelectual, por lo que poseen un nivel de autoestima elevado, lo que muchas veces les juega en contra, ya que por su alto ego, se equivocan. Pero ojalá que en Tucumán sólo sigan apareciendo en las películas o en las novelas.

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