Estudiantes iraníes viajan para unirse a la lucha

28 Julio 2006
Teherán, Irán.- Unos 60 estudiantes iraníes abandonan el cementerio de Beheshte Sahra en el sur de Teherán en dirección a la frontera turca. Desde allí planean atravesar Siria hasta llegar a Líbano para luchar "contra los enemigos sionistas hasta el final".

No se sabe si llegarán lejos, pero el grupo simboliza según los deseos del presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, la solidaridad del pueblo iraní hacia libaneses y palestinos.

La estridente retórica antiisraelí del presidente acompaña a los hombres: "Esa estatua del demonio (Israel) será derrumbada pronto y traerá alegría y regocijo a todo el mundo islámico", escucharon los iraníes de Ahmadineyad, entre otras cosas.

Pero al mismo tiempo se niega enérgicamente que el líder de Hizbollah, Hassan Nassrallah, lleve adelante una guerra en representación de Irán.

"Las afirmaciones de que Irán está involucrado en el conflicto son propaganda sionista y sólo reflejan impotencia frente a Hizbolla", dijo el portavoz del Ministerio iraní del Exterior, Hamid-Reza Assefi. Teherán también desmintió categóricamente que envía armas a Hizbollah a través de Siria.

El gobierno iraní no se cansa de repetir que su apoyo a la milicia chiita libanesa es de naturaleza exclusivamente política y espiritual, pero no militar. Hizbollah fue cofundada por Teherán, pero entre tanto se convirtió en un partido legítimo en Líbano, donde consigue espacio en el Parlamento y en el gobierno a través de elecciones.

"Queremos una solución legal y diplomática del conflicto", subraya el portavoz gubernamental Gholam-Hossein Elham.

En la televisión estatal, el conflicto libanés domina la programación. Reportes en directo desde Líbano, transmisiones en vivo de los discursos de Nasrallah, entrevistas callejeras escenificadas "sobre los crímenes sionistas" y análisis parciales conforman el principal contenido de los telediarios.

Muchos espectadores encuentran esta monótona cobertura cada vez más aburrida. "No estaría mal informar sobre otro tema de vez en cuando", se queja el ama de casa Shahin, de 48 años.

Entre tanto, el gobierno iraní organiza en las calles de Teherán manifestaciones de solidaridad con los libaneses y palestinos, en las que a veces participan también niños de jardín de infancia.

Sin embargo, hace dos semanas, desde el inicio de la ofensiva israelí, no se realizan manifestaciones masivas a favor de Hizbollah.

Muchos habitantes de Teherán tienen otras preocupaciones: "Nos casamos hace poco y no encontramos vivienda porque los precios son muy altos", dice Elaheh, de 23 años.

"Lo que los israelíes hacen en Líbano es terrible, pero no puedo pensar en eso sin un techo sobre mi cabeza", agrega su mujer de 27 años, Ramin.

Otros iraníes se preocupan antes por la inflación y los altos precios e impuestos que por la situación en Cercano Oriente. Algunos opinan que el dinero enviado a Hizbollah estaría mejor gastado en su país. (DPA)