Fue un muy buen primer paso el que dio el seleccionado argentino de voley en la noche del jueves, cuando derrotó a EE.UU. en Villa Luján. Una verdadera inyección anímica de cara al resto de la serie, que al cierre de esta edición tenía su segundo match en Santiago del Estero y que hoy continuará en La Rioja.
Lo importante de estos cotejos, preparatorios para la Liga Mundial, es el ensamble que puede lograr el plantel. Es por ello que Jon Uriarte, al timón de un barco lleno de marineros inexpertos -internacionalmente hablando-, quedó contento. Su equipo le ganó a un rival de primer nivel, con muchos partidos jugados y cientos de kilómetros recorridos. Y ese es el principal punto del orgullo que sintió el técnico. "Le ganamos a un equipo de primer nivel internacional, que juega con una velocidad impresionante. Y todo eso lo logramos en el primer partido de esta serie", destacó.
La firme recepción de Gustavo Scholtis; la fiereza en ataque de Martín Hernández y la muy buena faena defensiva de Martín Meana, fueron las bases del equipo. En ellos, el Uriarte halló un trío de "veloces, hábiles y verticales" jugadores, destinados a dirigir el navío celeste y blanco hacia un puerto seguro. El 14 de julio Argentina inicia su sueño de Liga en el grupo "B", junto a Brasil, Portugal y Finlandia. Paradas difíciles, pero no imposibles.