Desde que la música de los boliches dejó de sonar a las 4, el sonido que escapa de los teclados acompaña a quienes se desvelan con los ojos fijos en las pantallas. Es que, desde que está vigente el decreto que limita el horario de diversión, los cibers se convirtieron en el refugio de los que no quieren irse a dormir.
Muchos propietarios aseguran que dejan de trabajar antes de esa hora y que no venden bebidas alcohólicas, pero los inspectores del IPLA clausuran un promedio de 100 locales en los que se provee internet cada fin de semana.
Con el objetivo de buscar más diversión, el ingenio de los jóvenes parece haberse agudizado. Primero fueron las protestas con aires de fiesta en la plaza Independencia. Luego, la música comenzó a vibrar en casas particulares en las que se cobraba entrada. Y, ahora, internet empezó a contener a los noctámbulos.
"A esa hora todo el mundo se conecta y te podés entretener un rato. Además, en algunos lugares te podés tomar una cerveza", aseguró Daniel Cortez, un joven de 23 años que navegaba por la web en un ciber céntrico.
La interventora del IPLA, Alejandra Risso Patrón, dijo a LA GACETA que las clausuras de cibers son una constante durante los fines de semana. "De miércoles a domingo clausuramos un promedio de 100 locales por venta de alcohol a menores", contó.
A pesar de que los cibers no entran dentro del rubro de comercios que debe cerrar a las 4, la ordenanza 3.448 prohíbe la venta de bebidas alcohólicas a menores de 18 años y establece que los menores de 12 años sólo pueden permanecer en los cibers hasta las 21. Quienes tengan entre esa edad y 16 años, pueden hacerlo sólo hasta las 24. El autor de la ordenanza, José Luis Avignone (UCR), consideró que la situación es preocupante.
Los propietarios de cibers que fueron consultados niegan que este problema esté sucediendo. Omar Gómez, que administra un local en Mendoza al 200, aseguró que cierra sus puertas a las 2 todos los días y que no se enteró de que hayan clausurado el negocio de alguno de sus colegas, porque, dijo, no suele venderse bebidas alcohólicas en estos comercios.
"Nunca tuvimos problemas. Los inspectores vienen a hacer controles, pero para ver si las computadoras tienen filtros que impidan el acceso a páginas pornográficas. De todos modos, nosotros cerramos a las 3", sostuvo Carlos, encargado de un local de Córdoba al 400.