Gritos, insultos, golpes y empujones. El decreto que impone el cierre de boliches a las 4 enfrentó ayer a la madrugada la primera resistencia fuerte de un grupo de gente que se negaba a desalojar un local bailable, según informó la Policía. Desde el negocio, argumentaron que se trataba de una fiesta privada y que, por lo tanto, no tenían que cumplir con la ley. El incidente se extendió durante unas tres horas y un abogado y un empleado del comercio denunciaron que fueron agredidos.
Pasó casi un mes desde que el decreto entró en vigencia, el 12 de mayo. Hasta ahora, se habían realizado algunas clausuras por incumplimiento de la norma y se registraron incidentes en la plaza Independencia, durante las manifestaciones en contra de la norma. Pero ayer, se desató el primer enfrentamiento en la puerta de un boliche. Fue en el local “La Boite”, en San Martín 1.100.
A las 4, llegaron al boliche cuatro inspectores del Instituto Provincial de Lucha contra el Alcoholismo (IPLA), acompañados por doce oficiales de la Policía. Los efectivos avisaron que debían cerrar el local, pero los dueños se negaron porque dijeron que estaban en una fiesta privada. “El viernes habíamos presentado documentación al IPLA, en la que explicábamos que el local iba a estar alquilado para una fiesta que realizaba una persona de Buenos Aires. Tenemos un salón para estos eventos”, explicó uno de los dueños de boliche, Eduardo Mesón.
“Cuando les dijimos esto, los inspectores deliberaron 45 minutos hasta que decidieron poner una custodia de 25 policías en la puerta. No dejaban entrar ni salir a nadie”, detalló el abogado Diego Hernán Piedrabuena, que representa a los propietarios de “La Boite”.
“Cuando intenté hablar con mis clientes, un efectivo me empujó en forma brusca. También fue agredido físicamente un empleado del local, Patricio Fourcans, a quien no lo dejaban entrar para cumplir con su tarea. Los dos hechos fueron denunciados en la Policía y serán ratificados en la Justicia. Fue un abuso en concurso con privación ilegítima de la libertad por parte de las autoridades policiales”, explicó.
Unas 600 personas que estaban dentro del boliche se fueron a las 7. La Policía negó que se hayan producido agresiones.
Por su parte, la interventora del IPLA, Alejandra Risso Patrón, aclaró que si bien los dueños habían presentado los papeles para hacer una fiesta privada, nunca fueron autorizados. “Además, no era una fiesta particular. Cuando se les exigió que desalojaran el local, se encerraron con toda la gente. Como el clima estaba tenso, decidimos no intervenir, pero pusimos una consigna policial y labramos un acta de infracción a la norma. El boliche no podrá abrir durante siete días”, explicó la funcionaria y detalló que el fin de semana también se clausuraron dos pubs que estaban abiertos después de las 4.