La Policía secuestró otros dos Fiat Duna

La Policía secuestró otros dos Fiat Duna

Uno de los vehículos es del remisero Cruzado, quien cree ser quien trasladó a Lebbos y a Mercado. El otro vehículo es de una hermana del conductor. Una extraña versión.

06 Mayo 2006
Dos autos, pertenecientes al remisero Juan Pedro Cruzado y a su hermana, fueron secuestrados ayer por la Policía en el marco de la investigación por el crimen de Paulina Lebbos. Cruzado afirma haber llevado a dos jóvenes desde el Abasto el 26 de febrero. Su relato es muy similar al que realizó Virginia Mercado, la amiga de Paulina. Además, la Policía buscó una constancia por un accidente que el remisero habría denunciado en la seccional 3a, por lo que en esa dependencia también se hizo un operativo.
Cruzado ya declaró tres veces en el marco de esta causa, la primera de ellas, el 9 de marzo. Dijo que el 26 de febrero, poco antes de las 7, terminó un viaje en avenida Alem al 200, donde se bajó una pareja. "Ahí se me acercaron dos chicas, y una de ellas me preguntó si quedaba libre. Cuando les dije que sí, subieron", le explicó el remisero a LA GACETA el lunes pasado, cuando lo entrevistó en su casa de Villa Muñecas. Añadió que fueron primero hasta calle La Rioja al 400, donde vive Mercado, y que allí se bajó una de las jóvenes. Y que la otra le pidió que la trasladara hasta calle Cuba al 1.200, a cuatro cuadras del lugar al que presuntamente se dirigía Lebbos: la calle Estados Unidos al 1.200, donde reside su novio, César Soto.
Cruzado conduce un Fiat Duna bordó patente BYA-587, similar al descripto por Mercado como el vehículo al que ellas subieron. Pero en los guardabarros tiene pintura antióxido, producto de una reparación que se hizo necesaria luego de un accidente. Fue uno de los autos que observó Mercado el 18 de marzo, cuando se realizó una reconstrucción en la esquina de Alem y pasaje Gutiérrez para que ella intentara reconocer el remise al que habían subido. Pero la joven dijo que no era el que ellas habían tomado. No obstante, la Justicia quiere comprobar todos los dichos del remisero. Por ello se secuestró el acta de denuncia por el accidente que dijo haber sufrido el conductor, para saber si ocurrió antes o después del 26 de febrero. Aparentemente, las pericias que se le hicieron en este auto cuando se lo secuestró por primera vez, el 15 de marzo, no permiten confirmar desde cuándo está pintado con antióxido.
César Soto descartó la versión de Cruzado, ya que -dijo- ni él ni Paulina conocían a nadie en calle Cuba al 1.200. Pero el fiscal Albaca profundizará la investigación y no sólo citará a declarar nuevamente el remisero, sino que además ordenó que el auto sea secuestrado otra vez. También se pidió que los policías -todos los operativos los realizó personal de la Brigada Norte al mando de los comisarios Humberto Ruezga y Francisco Picón- incauten otro automóvil, también Fiat Duna, patente ALA-717, color rojo, que pertenece a la hermana de Cruzado, dijeron fuentes policiales.

La vestimenta
El fiscal, además, tratará de chequear coincidencias y diferencias entre el relato de Cruzado y lo que dijo Mercado. Uno de los detalles que no concuerdan es que, según el remisero, la joven que bajó en último lugar estaba vestida con un jean; pero Paulina llevaba puesta una pollera. Cruzado también dijo que se enteró por LA GACETA de lo sucedido, y que cuando se enteró de la descripción del trayecto que habían hecho ambas amigas, del lugar en el que habían subido y del auto en el que se habían trasladado decidió presentarse espontáneamente y relatar lo que él había vivido. "Estaba seguro de que había sido yo el que las había llevado, y por eso decidí colaborar. Además, estaban secuestrando todos los Fiat Duna color bordó, y antes de que secuestraran el mío en la calle decidí presentarme", justificó.
El hombre, ante LA GACETA, aseguró que nunca le interesó cobrar recompensa alguna, tal como estaba estipulado para quienes aportaran datos sobre el paradero de Paulina. También afirmó que vio las fotos que se publicaron en LA GACETA -tanto de Paulina como de Virginia- y que no reconoció a ninguna de ellas. Muchas de las dudas que tiene Albaca se aclararán cuando Cruzado declare ante él.