Se evocó a los desaparecidos en una marcha bajo la lluvia

Se evocó a los desaparecidos en una marcha bajo la lluvia

Organismos de derechos humanos se movilizaron hacia la plaza. Miles de manifestantes clamaron por justicia. Acto frente a un edificio que perteneció a la Policía, donde funcionó un centro clandestino de detención.

LOS ROSTROS DE LOS QUE NO ESTAN. Esta columna de familiares, que entró al centro por 24 de Septiembre, era la más extensa. LA GACETA / JUAN PABLO SANHEZ NOLI LOS ROSTROS DE LOS QUE NO ESTAN. Esta columna de familiares, que entró al centro por 24 de Septiembre, era la más extensa. LA GACETA / JUAN PABLO SANHEZ NOLI
25 Marzo 2006
Irma Holmquist está próxima a cumplir 84 años. En silla de ruedas, con un pañuelo blanco en la cabeza, y con lágrimas en los ojos, marchó para recordar a su hijo Luis, a quien vio por última vez el 29 de mayo de 1976, cuando apenas tenía 20 años. Amparo Alvarez acaba de cumplir 13 meses de vida, pero recorrió las más de 12 cuadras de manifestación en coche y empujada por sus padres: el último golpe militar la privó de conocer a sus abuelos y a dos tías.
La casualidad quiso que tres generaciones signadas por el dolor caminaran juntas, separadas por unos cuantos metros. La inocencia y la vitalidad de Amparo representan la contracara de la decepción y la desesperanza con la que Irma participó de la multitudinaria movilización de los organismos de derechos humanos por las calles del microcentro.

Recuerdo
Los años de vida dejaron secuelas en la integridad de Irma, pero el recuerdo de aquella noche de hace 30 años permanece imborrable y las ansias de lucha se mantienen inalterables. “Era muy jovencito, apenas tenía 20 años”, fueron las únicas palabras que la mujer pudo pronunciar antes de que el llanto la interrumpiera y sus familiares la contuvieran.

“El campito”
Con el mismo sentimiento y con el clamor de justicia, miles de familiares de desaparecidos marcharon durante la tarde de ayer desde Junín y Santa Fe hasta plaza Independencia. Lo hicieron encabezados por una murga y por malabaristas y zanquistas. En el edificio que perteneció a la Jefatura de Policía descubrieron una placa que reza: “Aquí funcionó el centro clandestino de detención, tortura y exterminio conocido como ‘El Campito’. Memoria, verdad, justicia y castigo”.
Con carteles, banderas y un gigante pasacalles cubierto con fotografías y fechas caminaron a paso lento por calle Maipú, giraron por 24 de Septiembre y dieron una vuelta al paseo público. Allí, otro grupo de manifestantes de partidos políticos de izquierda los aguardaba.
Una inoportuna lluvia dijo presente apenas se apostaron frente a Casa de Gobierno. Sólo unos cuantos se desconcentraron. El resto soportó estoicamente el aguacero para escuchar el documento elaborado en forma conjunta. El reclamo de Justicia y de cárcel contra los responsables de su dolor se repitieron en cada párrafo. En vano fue esperar una tregua del agua. La lluvia los obligó a liberar el paseo público y a suspender el festival de música previsto para la noche. De todos modos, para Irma y para Amparo el objetivo había sido cumplido.


POR LAS CALLES

ENSAYOS.- Colgados entre los árboles de plaza Independencia, el Movimiento por la Cultura Popular “El Redoble” colocó escritos, ensayos y poesías relacionados con la última dictadura y con los derechos humanos. En otro sector hizo lo propio el Partido Comunista Revolucionario (PCR), que exhibió fotocopias con fragmentos de sus publicaciones.

TENSION.- La marcha se desarrolló con normalidad. Sólo en la esquina de Corrientes y Maipú se produjo un altercado, cuando desde uno de los departamentos de un edificio arrojaron agua a los manifestantes. Esto motivó la reacción de la gente, pero la movilización siguió.

MALESTAR.- Las críticas políticas que contenían algunos pasajes del documento leído durante el acto central pusieron incómodos a algunos familiares de desaparecidos. “Yo vengo por la memoria de mi padre; lo demás no me importa”, fue uno de los gritos que se escucharon.

CONTRAPUNTO.- En la inauguración de la plazoleta “Senador Damián Márquez”, en Amador Lucero y San Lorenzo, hubo un contrapunto político entre dos oradores. Gumersindo Parajón sorprendió al señalar que el Gobierno incorpora al gabinete a hombres de la gestión militar. Daniel Posse, secretario de Derechos Humanos, le replicó elípticamente. “Aquí se hace peronismo todos los días, al dar medicamentos, obras, viviendas y escuelas”, dijo.



CARTAS DE LECTORES

REFLEXION

Leo que el gobernador nos manda a los padres a que reflexionemos, junto con nuestros hijos, sobre el proceso militar. Debo responderle que, como muchos tucumanos que perdimos a un hermano en esa criminal década, reflexionamos a diario, desde hace 30 años. Y no perdonamos esos crímenes. Y también le digo al gobernador que debiera él mismo reflexionar, junto con su familia, sobre lo que pasa hoy en su provincia: crímenes impunes; presos que salen a “trabajar”; la “banda del kiosquito” que sigue patoteando a nuestros hijos, mientras usted no hace nada. Por favor, reflexione.
Juan M. Figueroa
[email protected]

REPUDIO
A 30 años del golpe militar, repudio el accionar y la metodología utilizada por el Proceso de Reorganización Nacional, que costó la vida de miles de ciudadanos que, día a día, trabajaban por un país más justo y mejor. Este hecho nos significó un retraso enorme como país y la pérdida de muchos trabajadores, docentes y profesionales, que hubieran podido hacer grande a esta nación. A esto se suman los miles que debieron irse y que hoy pueblan distintos países, haciendo en ellos el aporte que no pudieron hacer en su tierra. Por eso, no olvidemos y sigamos luchando por una Argentina mejor para todos.
Miguel Mendoza Padilla
[email protected]

PREGUNTA
¿Qué nos pasa? Hasta los más avezados psicoanalistas deben estar tratando de entender el inconsciente de los habitantes de esta bendita tierra. Sobre todo, el de los que tienen responsabilidades políticas y “celebran el 24 de marzo” fijando un feriado nacional a 30 años del golpe de Estado y del inicio de la más triste historia de los habitantes de este país. País del que sus habitantes agotan los pasajes y las plazas hoteleras para aprovechar el fin de semana largo. También me pregunto qué nos pasa a los tucumanos, que permitimos que aquellos que son parte de la noche negra del 30 de diciembre de 2004 actúen en la provincia y deciden concurrir a su recital, sin que recordemos ni nos importe que en aquella jornada murieron 194 hermanos nuestros. ¿Será posible que Tucumán siga siendo tapa de los diarios por situaciones que muestran nuestras miserias y nuestra pobreza espiritual? Es necesario y urgente que tomemos conciencia de que algo grave nos está pasando y que tratemos de corregirlo. Caso contrario, como dice Gabriel García Márquez, “sentiremos terror de no encontrar a Dios en la oscuridad de la muerte”.