Crítica de Verbitsky a la Iglesia

Ayer, durante un diálogo telefónico con LA GACETA, cuando el periodista Horacio Verbitsky se enteró de que los militares (r) Antonio Bussi y Luciano Benjamín Menéndez están detenidos en el ex Arsenal Miguel de Azcuénaga, aseguró: “justo allí, durante la dictadura, funcionó un campo de concentración”. Luego agregó en tono irónico: “si antes no lo eran, tendrán que hacerse amigos estos dos grandes responsables de todo aquello”.
El escritor y columnista del diario “Página/12” presentará hoy, a las 19, en la librería El Griego (Muñecas 257) su último libro: “Doble juego: la Argentina católica y militar”. “Al subtítulo lo adopté de una frase que dijo Mariano Grondona en julio de 1976 tras el asesinato de tres seminaristas y de dos sacerdotes palotinos. Entonces, en la revista ‘Carta política’, aseveró: ‘no nos obliguen a elegir, la Argentina siempre fue católica y militar”, explicó.
En el trabajo, Verbitsky revisa minuciosamente el papel de la jerarquía católica durante el proceso. “Hubo dos Iglesias. Una perseguida, con dos obispos asesinados (Enrique Angelelli y Horacio Ponce de León), y muchísimos sacerdotes y laicos perseguidos, secuestrados y torturados. La otra, en cambio, manifestó una profunda complacencia con lo que ocurría. Era incapaz de defender a sus propios hermanos, a los suyos”, afirmó.
El periodista criticó al ex arzobispo de Tucumán, Blas Victorio Conrero. “No trataba bien a los familiares de las víctimas”, dijo.