"Boggiano fue el modelo del antijuez"

El titular de la comisión de Juicio Político de la Cámara Baja, José Ricardo Falú, defendió la renovación de la Corte Suprema de Justicia, proceso del que fue uno de los protagonistas. Dijo a LA GACETA que abrirá un paréntesis en su carrera. "No soy un vicioso de la política".

“POSITIVO PARA EL PAIS”. Falú considera que, a partir de ahora, habrá independencia de la Justicia.(LA GACETA / Juan Pablo Sánchez Noli) “POSITIVO PARA EL PAIS”. Falú considera que, a partir de ahora, habrá independencia de la Justicia.(LA GACETA / Juan Pablo Sánchez Noli)
02 Octubre 2005
"Antonio Boggiano fue la expresión o el modelo del antijuez". Enérgico, frontal, como es su característica, el diputado José Ricardo Falú inició así su diálogo con LA GACETA. Se relajó sobre un mullido sillón de su departamento, mientras despotricaba contra "el anacronismo" que constituye el uso de la corbata. "Parece que recién ahora puedo relajarme, después de los 1.500 días intensísimos que viví desde que se inició el proceso de depuración de la Corte Suprema de Justicia", se sinceró el presidente de la comisión de Juicio Político de la Cámara Baja. Falú fue uno de los protagonistas de la embestida que se impulsó desde hace más de cuatro años en contra de la denominada "mayoría automática" del gobierno menemista.

-¿Qué significa para usted la figura de Boggiano?
-Es un ícono de los jueces que, en lugar de inclinarse ante la ley, se inclinaban ante otros intereses, pero que tenían un ropaje académico que actuaba como un disfraz que escondía la verdad. Boggiano fue parte de los que generaron un daño al destino colectivo de la Nación, durante el período de casi 15 años en la Corte Suprema. Lejos de cuidar la Constitución, Boggiano la violó reiteradas veces. Con él se va, definitivamente, parte de la Argentina que hizo de la dupla corrupción-impunidad un período de la historia negra del país.

-¿ Cómo definiría esta etapa que sigue a la llamada intervención quirúrgica a la Corte?
-Creo que esta tarea de renovación de la Corte fue obra de la nueva política, es decir del consenso institucional de las distintas fracciones del pensamiento ideológico del país. En este caso no alcanzaba con el peronismo. Fue necesario la intervención de radicales, del ARI, de partidos de la centroderecha. Todos comprendimos que era una política de Estado, de un valor intangible de la Justicia, y que con esto no se debe jugar. No pueden entrar a jugar valores personales o ideológicos. Por eso se logró un concurso inédito de voluntades. En la comisión de Juicio Político, de 23 miembros, todos los integrantes votaron en contra de Boggiano. Ese hecho se reflejó luego en la Cámara de Diputados, con el 97% de los votos. El consenso fue inusual y se lo hizo con participación ciudadana muy notable.

-¿Este proceso servirá para dar seguridad jurídica al país?
-Aspiramos que a partir de ahora se afiance la tan mentada seguridad jurídica, de la que se jactan muchos, entre otros Boggiano, y algunos jueces que se fueron. Esa seguridad no es otra cosa que la independencia de la Justicia ejercitada por hombres libres, decentes y que sepan Derecho. Eso es lo que se procuró lograr y creo que el camino elegido es el adecuado.

-¿Notó diferencias de criterio en el seno del gabinete sobre el destino de Boggiano?
-Este proceso se inició en 2002 con el juicio a la totalidad de los ministros de la Corte, y que naufragó por una contraorden del gobierno de entonces. Llegó Kirchner y el Presidente también le dio un empuje a través de un mensaje por la cadena nacional. No fue una orden, sino que coincidimos con Kirchner.
Contribuyó que el Presidente se pronunciara para conseguir los votos suficientes. Así comenzaron a producirse remociones; y con este caso de Boggiano, que duró unos 10 meses, se dio una repetida exteriorización de los medios, los que actuaron con mucha transparencia, más allá de las líneas a las que pertenecen. Jugaron limpio, pero siempre invocaron que había fuentes gubernamentales que decían que no había interés de continuar con el proceso contra Boggiano.

-¿Cómo vislumbra su futuro político?
Voy a hacer un alto en el camino porque en todo este tiempo no vi crecer a mis nietos. Las cosas privadas son tan importantes como las públicas. Me consagré totalmente porque fue un trabajo excepcional, debido a que fue el segundo caso en la historia en que se hacen juicios a los ministros de la Corte. Hubo muchísimas presiones de todo tipo. Fueron cambiando los lobbies. Mi vida fue muy cíclica y ahora creo que viene un período de descanso. No soy obstinado ni vicioso de la política. Me gusta estar cuando puedo colaborar con algo importante.

COMO TERMINO LA "MAYORIA AUTOMATICA"
EL ALBEADOR. El primero de los jueces que integraban la llamada mayoría automática del gobierno de Carlos Menem y que recibió la embestida de Néstor Kirchner, fue Julio Nazareno. Este renunció el 27 de junio de 2003. En Diputados, había 22 cargos en su contra.
EL SEGUNDO. El 23 de octubre de ese año renunció Guillermo López (murió en mayo de 2004). La comisión de Juicio Político de la Cámara de Diputados iniciaba una investigación sobre su desempeño.
EL PRIMER DESTITUIDO. El 3 de diciembre de 2003 el Senado destituyó a Eduardo Moliné O?Connor por mal desempeño de sus funciones.
EL CUARTO. El año pasado, el 1 de setiembre, renunció Adolfo Vázquez, cuando la comisión de Juicio Político de Diputados presentó en el Senado una acusación en su contra.
EL ULTIMO. El 28 del mes pasado, Antonio Boggiano dejó de ser miembro de la Corte cuando el Senado votó su remoción y lo inhabilitó para ejercer cargos políticos.
SEXTA VACANTE. El 1 de setiembre renunció a su cargo el radical Augusto Belluscio, al haber cumplido 75 años.

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