Jóvenes y adultos lograron aprender a leer y a escribir

Por primera vez en su vida, sintió que hizo algo por sí misma, y lo festejó hasta las lágrimas,y apretó sobre su pecho el certificado de alfabetización que acababa de recibir de manos del gobernador, José Alperovich.
A los 53 años, Martina Tejeda se siente un buen ejemplo para sus 10 hijos y para sus 37 nietos, que le dieron fuerzas y entusiasmo para abrir su cuaderno todos los días.
Alperovich entregó ayer 200 diplomas a egresados de 28 centros de alfabetización distribuidos en toda la provincia. El acto se realizó en el complejo Belgrano, con autoridades de Educación y del movimiento Barrios de Pie, una de las organizaciones comunitarias que apoyó el Programa Nacional de Alfabetización y Educación Básica para Jóvenes y Adultos.

Voluntarios
Los centros funcionan en merenderos, casas de vecinos, bibliotecas y clubes de barrio. "Están a cargo de alfabetizadores voluntarios de la comunidad, que sólo perciben $ 50 por viáticos", contó Flavia Silva, una docente sin trabajo que participó como alfabetizadora. "Fue muy estimulante ver las ganas y el empeño que pone la gente mayor en aprender", expresó.
El material didáctico fue enviado por la Nación e incluyó libros, kits de útiles escolares, videos y láminas. Las clases se dictaron durante cinco meses y los egresados podrán asistir, ahora, a las distintas escuelas de adultos.
La secretaria general de Educación, Susana Stein, en representación de la titular del área, Susana Montaldo, que se encuentra en Buenos Aires, señaló que hay más de 600 personas estudiando en estos centros.
La mayoría funciona en comunidades lideradas por el movimiento Barrios de Pie que, con bombos, dio una calurosa bienvenida al gobernador y a su comitiva.

Tinte político
Si bien fue emotivo, el acto tuvo un fuerte tinte político. Federico Masso, coordinador de Barrios de Pie, arengó al público a "decir presente para apoyar a este Gobierno en las elecciones del 23 de octubre".
En tanto, Alperovich dijo: "en época electoral tengo muchas críticas por todos lados, pero quiero que sepan que este gobernador va a dar la vida por ustedes".

"Ahora siento que hice algo para mí", dijo una mujer

Martina Tejeda conmovió a todos cuando leyó una carta a sus hijos, en la que les expresó su orgullo por haber aprendido a leer y a escribir. Contó que fue invitada a Buenos Aires y que almorzó con el presidente Néstor Kirchner, en un encuentro de alfabetizados.
"Tenía dos años cuando mis padres me abandonaron; me crié en una congregación religiosa en Famaillá hasta los 14 años. Apenas salí, me casé y tuve 10 hijos. Nunca pude estudiar. Ahora siento que hice algo para mí ", confesó entre lágrimas a LA GACETA.
El joven Daniel Décima, de Los Pocitos, también leyó, emocionado y nervioso, una carta escrita de su puño y letra. "La educación es nuestra herramienta de libertad; es muy importante, no la dejemos escapar", manifestó.
Juan Valentín Alvarez, de 69 años, de Escaba, relató que cuando era chico lo mandaban a la escuela. "Pero nunca pude aprender; quizás porque trabajaba mucho en el campo o tal vez porque era cabeza dura, no más", contó el hombre con una sonrisa serena.
"De chango fui capachero y mi única firma era Juan. Ahora sé poner mi nombre completo", añadió orgulloso.