Se llamaba Natalia Morales y había nacido hace 18 años en la localidad catamarqueña de Belén. Pero se había fugado de su casa hace dos años, y desde entonces nadie sabía de ella. Los datos pertenecen a la joven que el 15 de agosto falleció en el hospital Centro de Salud a raíz de una infección generalizada, contraída tras una operación ilegal.
El enigma giraba en torno a la identidad de la joven hallada muerta, pues ante todos sus conocidos se presentaba como Andrea Cecilia Gordillo, de 22 años, también catamarqueña. Usaba un DNI robado. Trabajaba en un prostíbulo y vivía en un hospedaje de calle Rivadavia al 600. Fue en su pieza donde sus vecinos la escucharon agonizar durante la madrugada. La llevaron al hospital, donde murió.Un tío suyo, que vive en Ushuaia, vio una foto que había repartido la Policía. Sus padres iban a llegar anoche a Tucumán para realizar el reconocimiento del cuerpo.