

El futuro de Paulo Dybala volvió a instalarse en la agenda del mercado argentino después del llamado que recibió desde Boca. Aunque el club sueña con sumarlo de inmediato, el delantero dejó claro que en enero no se moverá de Italia, ya que pretende respetar los últimos meses de su contrato con la Roma.
A pesar de la negativa inicial, la historia quedó lejos de cerrarse. Desde el entorno de Dybala confirmaron que, una vez que quede libre en junio de 2026, analizará propuestas y el Xeneize figura entre las opciones posibles. La propia Catherine Fulop, suegra del futbolista, deslizó que el pase podría darse “más adelante”.
Mientras tanto, Boca evalúa cómo avanzar en silencio. La dirigencia sabe que romper su contrato antes de tiempo es casi imposible, pero también considera favorable el escenario que se abrirá a mitad de año: allí, Juan Román Riquelme planea accionar para ofrecerle un contrato competitivo.
El caso recuerda a lo ocurrido con Leandro Paredes, que tampoco llegó en enero de 2025 y terminó concretando su arribo recién a mitad de temporada. Dybala volvió a jugar este fin de semana frente a Juventus y recuperó ritmo mientras define su futuro.
Un sueño que no está caído
Aunque enero ya no es una opción, en Boca mantienen la ilusión intacta. A partir del 1° de enero, la "Joya" podrá negociar su destino y el Xeneize confía en que, esta vez, el desenlace pueda ser favorable.







