El próximo beato argentino: cuál es el vínculo entre la obra de Enrique Shaw y Tucumán

Desde la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa invitaron a una misa de acción de gracias para el domingo 21, a las 12, en la iglesia Cristo Rey.

Cecilia Bunge y Enrique Shaw. Cecilia Bunge y Enrique Shaw.
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"Debemos crear trabajo y cuanto más eficiente sea nuestra labor, más recursos tendrá la Providencia para repartir". Con esa filosofía vivió y murió Enrique Shaw, el empresario argentino que está a un paso de la santidad. El Vaticano anunció hoy que el papa León XIV aprobó el milagro necesario para su beatificación: la sanación inexplicable de un niño de seis años que estaba al borde de la muerte tras un accidente con un caballo.

Las repercusiones sobre el anuncio del Vaticano fueron inmediatas en medio de un clima de celebración en los círculos católicos y empresariales. En Tucumán, la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa (ACDE) invitó a una misa de acción de gracias para el domingo 21, a las 12, en la iglesia Cristo Rey.

"Con mucha alegría los invitamos a participar de la Misa de Acción de Gracias con motivo de la Beatificación de Enrique Shaw, para poner en oración nuestra vida personal y empresarial. Será una hermosa oportunidad para encontrarnos y dar gracias juntos", dice el comunicado.

En ese documento se resaltó que ACDE, organización que fundó Enrique Shaw en 1952 y ACA, donde llegó a ser dirigente nacional, celebran con corazón agradecido esta gracia que ha sido anunciada por el Vaticano. 

"Un modelo de guía"

Enrique Shaw fue, como recordó recientemente León XIV “un empresario que entendió que la industria no era sólo un engranaje productivo ni un medio de acumulación de capital, sino una verdadera comunidad de personas llamadas a crecer juntas”.

Fedora Viviani resaltó el momento tan especial en el que llegó esta decisión del Vaticano. "Este es un proceso de canonización que lleva varios pasos. El lunes pasó el proceso ordinario, donde los cardenales elevan la causa al papa León XIV y por eso estuvimos en vigilia rezando -explicó-. En ACDE tomamos el testimonio de Enrique Shaw como un modelo de guía en nuestra vida, en la familia, en la empresa y es muy emocionante para nosotros ser testigos de este momento en el que el papa certifica que Shaw es beato", remarcó.

Las autoridades de ACDE destacaron su ejemplo de santidad en el trabajo y compromiso social, para impulsar la idea de que se puede ser santo y empresario. Desde esta institución se celebra, por estas horas, el avance clave en su beatificación, que podría convertirlo en el primer santo empresario argentino, inspirando a líderes a seguir sus pasos de justicia laboral y dignidad humana.

"Esto nos impulsa desde ACDE -dijo Fedora Viviani- a contar el testimonio y la vida de Enrique Shaw, porque es lo que necesitamos en esta sociedad, que es tener santos contemporáneos, beatos contemporáneos que nos inviten en nuestro accionar a imitarlos", afirmó.

Nacido en París en 1921 y radicado en Argentina, Shaw rompió el molde del empresario tradicional. Casado con Cecilia Bunge y padre de nueve hijos, combinó la eficiencia productiva en Cristalerías Rigolleau con una profunda doctrina social. No solo escribía sobre "cristianizar" la empresa en sus libretas personales; lo ponía en práctica.

Un episodio al final de su vida retrata su legado; poco antes de morir en 1962, sus propios obreros hicieron filas para donar sangre en un intento por salvarle la vida. En una de sus últimas reuniones con el personal, Shaw les agradeció con humildad. "Ahora soy feliz, porque por mis venas corre sangre obrera", dijo aquella vez.

El proceso canónico

La causa, iniciada en su momento por el entonces cardenal Jorge Bergoglio, llegó a otro paso bajo el pontificado de León XIV. Tras la aprobación del milagro, monseñor Santiago Olivera expresó su satisfacción por una decisión que calificó de "muy providencial". Ahora, la Iglesia argentina se prepara para una celebración histórica en Buenos Aires, donde el primer empresario beato será elevado como modelo de que la fe y los negocios no son caminos opuestos.

Tanto ACDE, organización que fundó Enrique Shaw en 1952, como la Acción Católica Argentina (ACA), donde llegó a ser dirigente nacional, celebraron con corazón agradecido esta gracia que fue anunciada por el Vaticano y agradecieron el acompañamiento de la Universidad Católica Argentina. 

"Con este decreto queda aprobada la curación inexplicable científicamente de un niño gravemente accidentado por intercesión del Venerable Siervo de Dios Enrique Ernesto Shaw -detallaron un comunicado-. Este hecho concreta el sello de Dios que certifica su vida dedicada al ejercicio extraordinario de las virtudes cristianas. Asimismo, reconoce su compromiso para hacer realidad la Doctrina Social de la Iglesia en el mundo del trabajo y su visión pionera de la empresa como comunidad de vida para el desarrollo humano integral y la transformación cristiana de las estructurales temporales".

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