

Marita, / hoy el sol amanece un poco más suave, / como si supiera que es tu día / y quisiera nombrarte despacito. // Hay girasoles que siguen tu rastro, / que buscan tu luz en cada esquina del cielo. /Vos, que alumbras incluso desde lo invisible, / seguís abrazando a todas las que no están, /a las que les arrebataron la voz. // Tu abrazo se vuelve refugio, / se vuelve motivo, / se vuelve camino. // Desde donde estés, / tu fuerza nos toca como un viento que entiende, / que empuja, / que abre caminos. // Y en algún sitio donde el tiempo no duela, / sé que nos vamos a encontrar. / Quizás como dos luces que se reconocen, / o como girasoles que vuelven a girar hacia el mismo sol. // Hasta entonces, / seguí guiándonos, / que acá seguimos luchando por vos.
Susana Trimarco
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