Maju Lozano habló de su dura infancia y la enfermedad de su padre

Su testimonio aporta visibilidad, sensibilidad y una mirada adulta sobre experiencias que, aunque dolorosas, forman parte de lo que hoy define su personalidad y su fortaleza.

Maju Lozano habló de su dura infancia y la enfermedad de su padre
Hace 1 Hs

Maju Lozano habló como pocas veces de su pasado personal y reveló detalles íntimos sobre la difícil infancia que le tocó vivir, marcada por la enfermedad de su padre. En una entrevista reciente, la conductora y actriz compartió un relato profundo y honesto que expuso una faceta poco conocida de su historia familiar y del proceso emocional que atravesó con el paso de los años.

Durante una charla con Nilda Sarli en el ciclo Mil Vidas, Maju se permitió abrir un capítulo sensible de su vida. Con una mirada actual atravesada por la terapia y la reflexión, explicó cómo logró resignificar experiencias dolorosas que, en su momento, resultaban incomprensibles para una niña.

“Tuve que aceptar que tenía un papá enfermo”

“Tuve que aceptar que tenía un papá enfermo”, expresó Lozano, en una frase que sintetiza años de confusión, miedo y aprendizaje. Según contó, su padre padecía trastorno bipolar, una condición sobre la cual, en ese entonces, había escasa información y poca contención.

“Ahora, con mucha terapia encima, uno tiene una mirada más tierna con los padres”, reflexionó. La conductora describió una infancia atravesada por crisis, internaciones prolongadas y tratamientos intensos, como las llamadas “curas de sueño”, que formaban parte de la rutina familiar.

Una niñez marcada por el desconcierto y el miedo

Maju relató que, siendo chica, le resultaba imposible entender qué significaba que su padre estuviera enfermo. “Mi mamá me decía: ‘Papá está enfermo’. Pero para mí era un señor que se sacaba, rompía todo, te cagaba a trompadas…”, recordó con crudeza, dando cuenta del impacto que esas situaciones tuvieron en su desarrollo emocional.

Durante mucho tiempo, la actriz convivió con el temor de repetir la historia de su padre. “No quería parecerme a mi papá. Yo decía: ‘No soy igual a papá, porque papá está loco’”, confesó. Ese miedo la acompañó durante años, hasta que logró procesarlo desde un lugar más amoroso y comprensivo.

Terapia, comprensión y una mirada más humana

Con el paso del tiempo, el trabajo personal le permitió dejar la dureza y el juicio que marcaron su vínculo con su padre. “Laburé mucho para poder comprender a mi mamá y a mi viejo, y entender que mi papá era un todo, que no era solo un papá enfermo”, explicó.

Incluso, Maju reconoció que una parte esencial de su identidad está ligada a él. “Creo que mi humor tiene que ver con mi papá. Lo tengo intacto”, dijo, resignificando una herencia que durante años rechazó.

Un relato que expone y repara

Al compartir su historia, Maju Lozano no solo habló de su pasado, sino que puso en palabras una realidad que atraviesa a muchas familias: crecer con un padre con una enfermedad mental en una época donde casi no se hablaba del tema.

Su testimonio aporta visibilidad, sensibilidad y una mirada adulta sobre experiencias que, aunque dolorosas, forman parte de lo que hoy define su personalidad y su fortaleza. “Aceptar” fue, en su caso, el primer paso para sanar.

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