La sección Economía de Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc) determinó resultados económicos para los cultivos de soja y maíz de la campaña 2024/25. Se calcularon gastos de barbecho a cosecha y los rendimientos de indiferencia y, además, se realizó una estimación de estos indicadores para ciclo 2025/26.
Respecta de la campaña 2024/25, las técnicas Daniela Pérez y Graciela Rodríguez indicaron que los gastos que van desde el barbecho a la cosecha en soja variaron entre los U$S 271 y los U$S 404 por hectárea, dependiendo de la problemática sanitaria y la fertilización elegida. Mientras que en el maíz el rango fue de U$S 360 a U$S 500 por hectárea. El rinde de indiferencia -cantidad de grano necesaria para cubrir estos costos, más el agregado de U$S 100 por hectárea de gastos de administración y de estructura- osciló dentre las 1,5 toneladas y 2 toneladas en soja; y las 3,6 toneladas y las 4,7 toneladas en maíz. En esta determinación se consideró un precio por tonelada de U$S 298 en soja y de U$S 176 en maíz, promedios de inicio de cosecha hasta noviembre para cada cultivo. Al sumar un arriendo fijo de U$S 120 la hectárea, el rinde de indiferencia se incrementó en alrededor de 0,5 tonelada por hectárea en soja y en 1 tonelada por hectárea en maíz. Si se contrastan estos valores con los rindes promedio estimados para Tucumán en 2024/25 (3 toneladas por hectárea en soja y 6,5 toneladas por hectárea en maíz), el resultado en campo propio fue positivo, mientras que en los arriendos fue muy ajustado y también negativo. Es importante aclarar que en estos cálculos no se tuvo en cuenta el IVA ni ningún otro impuesto
De cara a la campaña 2025/26, el panorama se presenta como siempre desafiante y muy dependiente de las condiciones climáticas que marcan la evolución de la campaña. Respecto de los gastos de barbecho a cosecha la variación más relevante proviene de la suba en el precio de los fertilizantes. Si bien en los últimos meses el precio de la urea muestra un descenso, respecto de la campaña anterior, registra una suba de un 14%; y el superfosfato, de un 6%. Los precios de herbicidas e insecticidas, en general, son iguales o levemente inferiores a los de diciembre de 2024. Los precios de servicios de siembra y aplicaciones (en dólares) tienen valores semejantes a los del ciclo pasado. La necesidad de proteger el campo frente a la chicharrita puede haber implicado un gasto adicional del orden de U$S 15 por hectárea para el manejo del maíz guacho y de U$S 40 para el control del vector. El precio los arriendos, dependiendo la zona y el acuerdo, si es un valor fijo en kilos o dólares o un porcentaje, muestra una importante variación. El rango relevado varió entre U$S 110 y U$S 250 por hectárea, con mayor frecuencia en U$S 150.
Sobre los precios, el de la soja se tonificó en octubre/noviembre, con una suba de un 23% respecto de los promedios de inicio de cosecha. En maíz la modificación fue mucho más leve, del orden de un 4%. Según anañlistas, 2026 sería un año de precios moderados, con un mercado más tranquilo, sin grandes picos, pero con volatilidad climática, de modo que hay que estar muy atentos al clima y shocks productivos. En soja, las proyecciones marcan un 2026 con precios sostenidos por los stocks de EEUU y el clima en Brasil. Mientras que, para maíz, la oferta global es más holgada, con subas sólo si hay problemas en el maíz de safrinha o en EEUU. El precio futuro en Rosario para la posición mayo 2026 de soja es de U$S 326 la tonelada y para maíz U$S 178, valores 15% y 1% superiores, respectivamente, al promedio considerado en la campaña 2024/25.
Con los gastos de barbecho a cosecha determinados para 2025/26, manteniendo el nivel de estructura y los precios de futuro, el rinde de indiferencia de soja varía entre 1,3 y 1,8 tonelada por hectárea; y el de maíz, entre 3,4 y 5 tonelada por hectárea. Al considerar el arriendo de U$S 150 la hectárea se necesitarían 0,5 tonelada más de soja y 1,2 tonelada más de maíz para cubrir costos.







