PROXIMIDAD. Ponce de León saluda a “Chuny” Moreno mientras Graña saluda a Jesús Soraire en el predio. Foto de Alejandro Cruz/PRENSA CASM.
El entrenamiento de San Martín había terminado y el plantel comenzaba a retirarse cuando dos futbolistas decidieron quedarse. Nicolás “Chuny” Moreno y Ulises Vera, ambos formados en el club, se acercaron a Rafael Ponce de León, Bruno Rocchio y Nicolás Graña para iniciar una charla que no estaba en agenda, pero que terminó siendo uno de los momentos más significativos de la mañana.
La conversación fue extensa. Los dirigentes querían transmitir tranquilidad en medio de un escenario cargado de interrogantes. Los jugadores, por su parte, buscaban respuestas. Ponce de León fue claro. “Nos encantaría que formen parte porque son valores importantes del club”, dijo. Fue una frase que cambió gestos y alivió tensiones.
Rocchio complementó el mensaje con una observación que marcó el tono de la nueva gestión. “Ellos también necesitaban tranquilidad. Sentían que antes no tenían un diálogo tan directo”, expresó. El vínculo se recomponía en tiempo real, sin intermediarios ni distancias formales.
Moreno y Vera escucharon, consultaron, se sinceraron. Ambos cargan el peso de representar a las inferiores en un plantel que atraviesa una depuración profunda. Los dirigentes saben que su continuidad tiene un valor simbólico y deportivo. La intención quedó clara: quieren que sigan.
Un primer paso hacia un nuevo vínculo
Aunque las decisiones finales llegarán recién con Facundo Pérez Castro, el mensaje político ya fue dado. Para Moreno y Vera, la mañana en el “Natalio Mirkin” no fue una práctica más, sino la primera señal concreta de respaldo en medio del cambio institucional.







