El aula, lugar de encuentro en un mundo cambiante

Los diversos problemas que afronta la educación en estos tiempos han sido puestos sobre las mesas de exposiciones en el ciclo “Encuentros LA GACETA” que se transmitió el miércoles pasado. En él plantearon problemas y propuestas docentes, estudiantes, y autoridades de universidades y de instituciones vinculadas a la educación. Entre los asuntos sobresalieron los diferentes matices que presenta el uso de la tecnología -con sus consecuencias positivas y preocupantes-; las nuevas formas de enseñanza y de transmisión de saberes y las complicaciones en un tiempo en que la información circula profusamente pero la retención es superficial; y los vínculos sociales en los que el aula es un territorio de encuentro en el que se manifiestan esas relaciones.

La tecnología ha puesto en crisis el sistema de enseñanza y las formas de convivencia. En el panel sobre territorio digital los estudiantes han planteado lo que sucede en tiempos de pantallas permanentes y la inquietud por los problemas vinculados con la salud mental escolar y la facilidad con que se generan adicciones apostando desde el celular. Fue muy interesante la observación de los chicos de que no son sólo los adolescentes los que están atrapados por el celular, sino también los adultos, lo cual es una señal también de cambio en las relaciones y en la atención que los padres dan a sus hijos.

En las mesas de expertos y docentes universitarios se planteó que esos conflictos que observan los estudiantes se reflejan en la enseñanza, que redefinen el vínculo educativo y la forma de aprender. “Antes de enseñar un contenido hay que pensar en las condiciones de transmisión. Escuchar, entender y acompañar al estudiante vuelve a ser esencial”, dijo una psicóloga especialista en prácticas socioeducativas. “La universidad debe guiar el proceso (de uso responsable de las herramientas y la IA), generar debate y garantizar que la tecnología amplíe las capacidades humanas, no que las reemplace”, añadió una coordinadora pedagógica del sistema de educación a distancia.

Se habló de los retos de alfabetizar en la era de la inteligencia artificial, mientras el 40% de los chicos no entiende lo que lee. “Los maestros son los indicados para enseñar a integrar la tecnología sin perder el sentido del aprendizaje”, dijo un entrenador en IA.

Uno de los asuntos que ocupó las mesas fue la necesidad de recuperar el trabajo conjunto entre padres y docentes. Esa soledad de los chicos (y de los adultos, según marcaron los estudiantes) se replica en la carencia de acompañamiento y la falta de límites, como describieron dos especialistas. “Los límites son un gran tema en la crianza., Un niño que no tiene limites en su casa difícilmente los respete en la escuela. Es el lugar donde se marcan las primeras reglas que ordenan la conducta y la convivencia”, dijo una de ellas, que agregó: “Hoy los adultos estamos muy ocupados, con menos presencia en casa. Pero la disponibilidad no tiene que ver con las horas, sino con la calidad del vínculo. Estar disponible es estar realmente con nuestros hijos, escucharlos mirarlos, compartir con ellos sin pantallas de por medio”. En esto se vio en los problemas de aulas con inclusión. “Vi muchos docentes preocupados y padres agotados. Y también alumnos frustrados que sentían que, por más que estudiaran, nunca lograban los resultados esperados”, dijo una psicóloga. Y la conclusión fue contundente: “Hagamos alianzas entre familias y escuelas -reflexionó-. Si un padre ve que algo afecta a su hijo, que lo hable con los docentes. Y si una escuela necesita apoyo, que convoque a las familias. Educar es una tarea compartida”.

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