Salir de la “bola de nieve” de deudas: cómo recuperarte del pago mínimo de las tarjetas de crédito

Postergar constantemente el pago del total de tu deuda puede ser un salvavidas en algunos momentos, pero una enorme piedra si se vuelve un hábito sostenido.

El pago de las tarjetas de crédito tiene su propio funcionamiento y es importante conocer los beneficios y las desventajas. El pago de las tarjetas de crédito tiene su propio funcionamiento y es importante conocer los beneficios y las desventajas.
28 Noviembre 2025

Aunque el pago mínimo de deudas de las tarjetas de crédito es una buena alternativa algunas veces, utilizarlo tiene sus riesgos. Esta opinión es el monto más bajo que se puede abonar cada mes para mantener la tarjeta al día. Como beneficio, esto implica que la tarjeta no se bloqueará por falta de pago y podrá seguir utilizándose. Como contrapartida, la deuda no desaparecerá, sino que se postergará y se le agregarán intereses que deberán pagarse al mes siguiente.

“El pago mínimo es la cantidad más pequeña requerida por tu banco para mantener el crédito vigente en tu tarjeta de crédito, sin reportarte con mora. Es un porcentaje del total de tu deuda a pagar por el uso de la tarjeta y las cuotas pendientes del mes. Ese porcentaje depende de la entidad bancaria y del gasto realizado”, explica el sitio oficial de BBVA.

Lo ideal para mantener tu tarjeta bajo control, es hacer los pagos en los tiempos correspondientes. Pero, si te ves obligado a utilizar el pago mínimo, lo importante es conocer cuál es tu capacidad de pago para el resto de los meses.

Cómo recuperarte del pago mínimo cíclico

Dejar de endeudarte por hacer el pago mínimo implica muchos aspectos a considerar. El primero de ellos tiene que ver con la planificación a largo plazo. Si bien hay situaciones que ameritan gastos imprevistos, la vida no está atravesada por urgencias. Por eso, hay que aprender a distinguir entre lo verdaderamente necesario y lo que no lo es y a poner límites que separen los gastos esenciales de los prescindibles.

El proceso de “desintoxicación” de las deudas puede empezar con un alto al uso de las tarjetas de crédito. Se plantea dejar de utilizarlas por 30 días. Luego, se puede continuar con el pago mínimo pero con un 15% extra para ir disminuyendo la deuda. En paralelo, funciona pedir una refinanciación a tasa fija en el banco.

Hacer una limpieza de la extensa lista de tarjetas de crédito disponibles también es parte del plan de desintoxicación de las deudas. Se sugiere empezar por eliminar las tarjetas que tengan menor saldo y que no hayan contraído deuda. El punto ideal es mantener una sola tarjeta para utilizar en casos de emergencia.

Para evitar futuras recaídas, también se recomienda hacer una planificación que incluya la creación de un fondo de ahorros. Es importante anotar o saber cuánto saldo tiene cada tarjeta, cuál es la tasa de interés que cobra y cuáles son las fechas de cierre y vencimiento de cada ciclo para ordenar tus prioridades de gastos y pagos.

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