

Los bancos Santander y BBVA confirmaron en Madrid que restringieron la oferta crediticia y eliminaron coberturas en el país debido al fuerte incremento de los costos y a la inestabilidad económica registrada en los últimos meses.
Según publicó el diario económico español Expansión, ambas entidades decidieron activar un “plan B” para sus operaciones en Argentina.
“La situación es peor de lo que habían anticipado, así que han comenzado a tomar medidas para protegerse y reducir costes”, señaló el medio.
El principal recorte se dio en la concesión de préstamos, aunque también se eliminaron coberturas sobre capital y ganancias por su elevado costo.
BBVA recorta líneas de crédito
La directora financiera global de BBVA, Luisa Gómez, confirmó que el banco aplicó una reducción “significativa” al crédito otorgado en el país, en especial en productos dirigidos a individuos y empresas no exportadoras.
Santander solo presta a exportadores y energéticas
Por su parte, el CEO global de Santander, Héctor Grisi, explicó que hoy “básicamente los únicos préstamos que concedemos en Argentina son a empresas exportadoras en dólares y a energéticas”, sectores con ingresos más previsibles en moneda dura.
Perspectivas: señales de cautela, pero con expectativas para 2026
Pese al escenario restrictivo, Santander sostuvo en un informe reciente que se espera un repunte en 2026, impulsado por:
Estabilidad macroeconómica
Mayor flujo de capital gracias al RIGI
Recuperación gradual del consumo interno
Desde BBVA compartieron una visión similar, al destacar que el enfoque en la reducción de la inflación y la baja de tasas “podría mejorar el entorno”.
Según el banco, el retroceso se explica por menores ingresos y “mayores cargos por incobrabilidad”.
El trimestre estuvo marcado por:
Aumento de tasas en un contexto volátil
Cambios regulatorios sobre encajes
Incertidumbre preelectoral
Un sistema financiero que ajusta mientras crece la morosidad
Las decisiones de Santander y BBVA se dan en un contexto en el que la morosidad de familias y empresas se triplicó en el último año, según el Banco Central. Con costos al alza y mayor riesgo, las filiales de ambos bancos españoles reconfiguran su estrategia a la espera de una mejora macroeconómica que aún no termina de consolidarse.







