EL OBJETIVO ESTÁ MÁS QUE CLARO. Álvaro Galindo, head coach de Tarucas, quiere mejorar lo que su equipo logró en la primera incursión del Súper Rugby Américas. “La idea es pelear los primeros puestos”. DIEGO ARÁOZ/LA GACETA.
La primera temporada de Tarucas en el Súper Rugby Américas dejó una dualidad de sensaciones: un quinto puesto, con 34 puntos, a solo tres unidades de las semifinales, pero también la certeza de que el proyecto recién empezaba a tomar forma. Para Álvaro Galindo, head coach de la franquicia del NOA, aquel año de bautismo fue un laboratorio intenso: nuevas estructuras, un staff que debió conocerse sobre la marcha, jugadores provenientes de distintos rincones del país y una convivencia que no se podía acelerar por decreto. Ahora, con un 2026 que promete elevar el nivel de competencia, Galindo se muestra entusiasmado y, sobre todo, más seguro del rumbo.
- ¿Qué sensaciones te deja encarar la segunda temporada al frente de Tarucas?
- Estoy muy alegre y tranquilo al mismo tiempo. En cualquier equipo es clave apostar al proceso, a que algo sea más duradero que un solo año. La temporada pasada fue muy nueva para todos: había detalles, energías y tiempos que se iban en cosas que hoy ya no van a estar. Este año vamos a poder enfocarnos de lleno en el rugby, en el juego y en el desarrollo de los jugadores para ser más competitivos. Además, el aspecto humano fue muy bueno y ahora, con el staff ya ensamblado y con la mayoría de los jugadores conocidos, siento que tenemos una oportunidad linda para hacer algo grande, dentro y fuera de la cancha.
- ¿Qué fue lo más difícil del primer año en el Súper Rugby Américas?
- Lo clave fue que eran dos equipos que trabajaban por separado y que teníamos que unir. Yo tenía que conocer al staff: algunos eran conocidos, con otros había trabajado alguna vez y a varios no los conocía en absoluto. Ese equipo de trabajo tenía que aceitarse y empezar a funcionar con naturalidad. Por el lado de los jugadores pasaba algo parecido: muchos venían de lugares distintos, no se conocían y tenían que ganar confianza entre ellos, animarse a hacer cosas, convivir. Y la convivencia lleva tiempo; no se puede acelerar por más que uno quiera. Ese fue el gran desafío. Por eso la primera fase fue más irregular y, ya en la segunda vuelta, con vínculos más consolidados, el juego y los resultados mejoraron mucho.
- ¿Cuál es el objetivo deportivo concreto para 2026?
- Mejorar. Esa es la palabra. Mejorar las prestaciones individuales y colectivas. En El Salvador vamos a tener un centro de entrenamiento muy bueno, y eso hará que los jugadores crezcan más. Ellos ya saben con qué se van a encontrar, llegarán mejor preparados a la pretemporada y podremos trabajar más duro desde el primer día. Nosotros, como entrenadores, también debemos proponer cosas superadoras. Ojalá podamos pelear los primeros puestos: esa es la mentalidad. Pero todo parte del día a día; cada situación es una oportunidad para hacerlo mejor y para crecer.
- Este año se suma Capibara XV. ¿Cómo ves el ingreso de una nueva franquicia al torneo?
- Lo celebro, igual que celebré que el NOA tuviera la suya. Y creo que en el Litoral deben sentir lo mismo. A nivel argentino es espectacular: cada vez hay más jugadores y este año, cuando me tocó liderar Argentina XV, tuve el desafío de elegir jugadores. Es algo dificilísimo. Había muchos que se habían destacado en el ámbito local y creo que una franquicia más va a potenciar esa competitividad interna. Además, que el torneo pase a tener ocho equipos, con menos fechas libres, suma mucho. Mayor competencia siempre es positivo. Así que sí, muy contento por esa incorporación.
- Tucumán tendrá Casa Pumas en El Salvador. ¿Qué impacto tendrá en Tarucas y en la región?
- Muchísimo. A nivel nacional se está logrando que todas las academias tengan centros de entrenamiento muy similares a Casa Puma. Buenos Aires, NOA, Centro, Litoral, Oeste y Cuyo. Y el primer puntapié se está dando acá, en Tucumán. Vamos a tener instalaciones a la altura de lo que necesita una franquicia profesional. Este año los jugadores lo hicieron todo con muchísimo entusiasmo, pero si podemos darles un espacio más superador, la preparación será todavía mejor. Celebro que esté casi listo y que todo el NOA vaya a poder usarlo, no solo Tarucas. Va a ser un espacio espectacular para entrenar y desarrollarse.
- ¿Habrá muchos cambios en el plantel respecto a 2025?
- No, no creo. Habrá algunas bajas lógicas, como Simón Benítez Cruz y algunos jugadores que se van a otros lados. También está bueno ir premiando al que tuvo una muy buena temporada y ver si puede destacarse aún más a nivel sudamericano. Pero, en líneas generales, te diría que el plantel tendrá un 70% de continuidad y un 30% de cambios. Eso es muy positivo porque la base ya está construida y el sistema ya está incorporado.
- ¿Qué lectura hacés del rugby tucumano hoy?
- Hablándolo el otro día, vimos que hubo mucha más propuesta de juego a nivel regional: más intención, más pelota en movimiento. A veces es una sensación, y estaría bueno verlo en números, pero lo que pude observar en el scouting es alentador. Me tocó ver muchas situaciones interesantes, que me dejaron contento. Creo que sí está creciendo. Pero tenemos que seguir, porque hoy Tucumán tiene solo una plaza en el Torneo del Interior y necesitamos que crezcan todos los clubes, no solo algunos. El Regional estuvo bueno, pero siempre es importante profundizar el análisis. Y después está lo otro: en las concentraciones de Pumitas hubo muchos jugadores tucumanos. Eso es una señal. Pero debemos trabajar para que el nivel de juego y de competencia exija a los jugadores a prepararse mejor. Cuando el juego es más dinámico, más divertido, más propositivo, el jugador se entrena más y mejor. Eso repercute en que puedan llegar a los seleccionados. Es una cadena directa.






