MENSAJE CONTUNDENTE. Los jugadores del "Pincha" se pusieron de espaldas a los de Rosario Central, cuando hicieron el pasillo para el campeón.
El fútbol argentino está habituado a convivir con el absurdo, pero cada tanto aparece una imagen que lo desacomoda todo. Esta vez ocurrió en Rosario, donde Estudiantes decidió convertir un gesto en un terremoto. Antes del duelo por los octavos de final del Clausura, el plantel “pincharrata” se alineó para cumplir con el protocolo del pasillo de honor impuesto por la AFA, pero cuando Rosario Central salió al campo, los jugadores se dieron media vuelta y quedaron de espaldas. .Y esa postal viajó más rápido que el resultado que vendría después.
El clima no surgió de la nada. Tres días antes, la AFA había sorprendido al país futbolero coronando a Central como campeón de la Liga 2025 por haber terminado primero en la tabla anual. No hubo votación, ni debate, ni aviso previo. Sólo una pregunta lanzada por Claudio Tapia en la reunión del Comité Ejecutivo -“¿están todos de acuerdo?”- y un silencio que, por arte de magia, terminó homologado como “unanimidad”.
El malestar fue inmediato. Estudiantes, el único club que cuestionó públicamente la decisión, denunció que no hubo votación de ningún tipo.
En ese contexto, llegaron los octavos de final. Y ahí apareció Estudiantes para convertir su postura en acto. Antes del pitazo inicial, los futbolistas explicaron a sus pares de Central lo que iban a hacer. Uno de ellos incluso se lo adelantó a “Fideo”. El equipo acató la orden del pasillo, pero lo hizo mirando hacia otro lado, dejando expuesto al campeón de escritorio y a quienes avalaron la escena del jueves.
Ya con la pelota en juego, la tensión se transformó en partido. Edwin Cetré definió con una rosca perfecta, y sentenció el triunfo “pincha” y la eliminación del flamante campeón.






