NOVELA
EL OJO DE GOLIAT
DIEGO MUZZIO
(Entropía - Buenos Aires)
Los artificios literarios, como todos, son placenteros si las piezas encajan con armonía, sin que seamos testigos del insoportable tedio de lo forzado. Lo digo pensando en los libros -aunque también ocurre en películas y series- que intentan conjugar el espíritu local con detalles foráneos, de manera que el resultado pueda ser tan cercano a los connacionales del autor como al potencial público extranjero. En la mayoría de los casos, lo que se obtiene en una especie de trama rural plagada de apellidos ingleses y alemanes. Así, piensa el autor, contenta a cercanos y a lejanos. De más está decir, que eso no sucede.
En cambio, cuando el artificio es trabajado por manos competentes, se obtiene un texto universal en sus formas y en su contenido. Un feliz ejemplo de ello es El Ojo de Goliat, obra en la que Diego Muzzio se nos revela como un buen lector de los clásicos ingleses, como corresponde a todo autor argentino posterior a Borges.
La novela desarrolla una historia de secretos, fantasmas e identidades confusas -y confundidas- en un escenario ideal: los gélidos mares del sur argentino.
La ambientación se destaca como una protagonista más de los sucesos que recorren el siglo XX en alguno de sus hitos, como la Primera Guerra Mundial, el nacimiento del psicoanálisis, el fin de la Era Victoriana y los años de Argentina receptora de sueños provenientes de una Europa hostil.
En conclusión, una novela escrita con convicción y oficio. Una novela genuina. Y, en estas épocas, eso es más que suficiente para dejarse llevar hacia las islas australes.
© LA GACETA
Martín Mazzuco Cánepa






