Por qué la sostenibilidad puede mejorar la producción y el rendimiento del campo

En “Encuentros LA GACETA”, Laura Carabaca, Mayra Varela y Gustavo Sanz compartieron experiencias que combinan innovación, conciencia ambiental y gestión empresarial.

10 Noviembre 2025

La sostenibilidad ya no es una promesa, sino una práctica que empieza a moldear el presente del campo. En “Encuentros LA GACETA”, referentes del sector agroindustrial debatieron cómo las empresas y los productores del Norte argentino están incorporando criterios ambientales, sociales y económicos a su gestión. Participaron Laura Carabaca, integrante de CREA Región NOA; Mayra Varela, coordinadora del proyecto de biodiversidad InBioAgro; y Gustavo Sanz, socio gerente de TS Oasis. Entre los tres delinearon una nueva agenda: producir conservando, medir los impactos y asumir el compromiso de transformar las prácticas cotidianas.

“Primero hay que entender qué es el Movimiento CREA”, comenzó Carabaca, ingeniera agrónoma y asesora de CREA San Patricio. “Es un movimiento de productores formado y dirigido por productores. Nació en 1957 para resolver un problema de conservación de suelos y desde entonces trabaja en mejorar el modo en que producimos”, explicó.

Laura Carabaca, integrante de CREA Región NOA. LA GACETA/FOTO DE OSVALDO RIPOLL Laura Carabaca, integrante de CREA Región NOA. LA GACETA/FOTO DE OSVALDO RIPOLL

Carabaca recordó que en 2015 el movimiento fijó su visión al 2025: que las empresas CREA sean referentes de innovación y sostenibilidad. “A partir de esa meta se pidió a los equipos técnicos desarrollar herramientas que permitieran medir el grado de sostenibilidad en los establecimientos. Así surgieron programas como Gestión Ambiental CREA, los indicadores sociales y finalmente InBioAgro, un proyecto que toca un tema nuevo para el sector: la biodiversidad”, destacó.

Varela, licenciada en Ciencias Biológicas y coordinadora de InBioAgro, explicó que el proyecto “busca tender un puente entre la producción y la conservación”. “Trabajamos con talleres, generamos información útil y establecemos alianzas con el INTA, el CONICET y distintas universidades. El objetivo es sensibilizar al productor y darle herramientas para conocer la biodiversidad que tiene en su campo”, detalló.

Actualmente, InBioAgro está presente en cuatro ecorregiones argentinas: la chaqueña, la pampeana, la del Espinal y la de Cuyo. “Monitoreamos insectos benéficos, polinizadores, aves, mamíferos y anfibios para crear una línea de base que permita entender el estado de cada ecosistema. El primer paso para cuidar es conocer”, señaló Varela.

 Mayra Varela, coordinadora del proyecto de biodiversidad InBioAgro. LA GACETA/FOTO DE OSVALDO RIPOLL Mayra Varela, coordinadora del proyecto de biodiversidad InBioAgro. LA GACETA/FOTO DE OSVALDO RIPOLL

Para los productores, añadió, ese conocimiento es estratégico. “Las exigencias de los mercados apuntan cada vez más a producir conservando. Pero además, los sistemas diversos son más estables y pueden resistir mejor los cambios climáticos. La biodiversidad no es solo un requisito: también mejora la productividad y reduce riesgos”, afirmó.

Carabaca, desde su rol de asesora, aportó la mirada práctica. “Convocar a un taller de biodiversidad no es como invitar a uno de maíz o soja. Al productor le cuesta involucrarse porque busca resultados inmediatos. Pero estos procesos son de largo plazo. Subir el carbono del suelo, por ejemplo, lleva más de diez años”, comentó. Con humor recordó uno de los primeros talleres del proyecto. “Un productor me preguntó qué iba a ganar en lo inmediato. Terminamos acordando que, al menos, iba a haber belleza de paisaje. Y eso también es un servicio ecosistémico”.

El desafío del triple impacto

En la misma línea, Sanz, socio gerente de la distribuidora TS Oasis, contó la experiencia de una empresa familiar que decidió transformarse en una organización de triple impacto: económico, social y ambiental. “Somos una estación de servicio que vende energía al campo, pero entendimos que nuestra responsabilidad iba más allá. Empezamos con pequeñas acciones: cambiamos luminarias a LED, instalamos sensores de movimiento y revisamos nuestro consumo energético”, relató.

El cambio, explicó, creció con la decisión de medir la huella de carbono de toda la compañía. “Lo hicimos junto con la Facultad de Ciencias Exactas y la Estación Experimental. Los resultados fueron sorprendentes y nos permitieron entender dónde generábamos más impacto y cómo podíamos reducirlo”, dijo Sanz.

Gustavo Sanz, socio gerente de TS Oasis. LA GACETA/FOTO DE OSVALDO RIPOLL Gustavo Sanz, socio gerente de TS Oasis. LA GACETA/FOTO DE OSVALDO RIPOLL

Además, la empresa impulsa proyectos sociales como Bosque Escuela, una iniciativa que enseña a niños de Banda del Río Salí a plantar y cuidar árboles nativos. “Ver a los chicos involucrados, aprendiendo a esperar la sombra de un árbol que plantaron, es una experiencia que emociona”, expresó con orgullo.

La sostenibilidad como práctica cotidiana

Para Carabaca, la sostenibilidad no depende de grandes gestos, sino de decisiones diarias. “A veces el productor imagina que ser sostenible es algo enorme o inalcanzable, pero no es así. Cada decisión cuenta”, afirmó. “Cuando capacitamos al personal que monitorea los lotes, generamos impacto ambiental, social y económico al mismo tiempo. La sostenibilidad es eso: una construcción diaria con cada paso que damos”, reflexionó.

En el cierre, Varela mencionó que el Movimiento CREA publicó un manual de gestión de biodiversidad, accesible mediante un código QR, para que los productores interesados puedan aplicar las metodologías desarrolladas por el proyecto. “La sostenibilidad se construye compartiendo conocimiento”, concluyó.

Esta edición de Encuentros La Gaceta sobre Campo y Agroindustria contó con el acompañamiento de empresas e instituciones destacadas del sector: Apronor (Asociación de Productores Agrícolas y Ganaderos del Norte), Arca Continental Argentina, EEAOC (Estación Experimental AgroIndustrial Obispo Colombres), Grupo Zafra, INGENIOS, IPAAT (Instituto de Promoción del Azúcar y Alcohol de Tucumán), Movimiento CREA, Paltas del Timbó, RICSA S.A, SRT (Sociedad Rural de Tucumán), TS OASIS y Zamora Citrus

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios