Cartas de lectores: Votantes de Nueva York vs. votantes de Argentina

08 Noviembre 2025

Los países del Brics continúan recorriendo el camino del desarrollo de sus naciones y el que lleva a una integración mundial con otra mirada a la que se consolidó tras la Segunda Gran Guerra y, años después, tras la caída del Muro de Berlín, que marcó  la hegemonía anglo-yanqui; la imposición de un neoliberalismo mediante la espada de Ronald Reagan y Margaret Thatcher, más la bendición de la cruz del Papa Juan Pablo II y, finalmente, un mundo unipolar donde el petrodólar es la soga al cuello de la humanidad; organismos como el FMI son la horca y EEUU el verdugo. Semanas atrás, el presidente Donald Trump les recordó a los votantes argentinos que la complicidad de Macri y Milei para volver a poner a la República Argentina en la plataforma de la horca usuraria, ahora dependían de su rol de verdugo y que no permitiría el menor error o duda por parte de los votantes, sentenciando: “si pierde Milei, EEUU dejará de ayudar a aquel país en el que la gente se muere, llamado Argentina”, palabras más, palabras menos. Un 41% de esa masa electoral creyó en las amenazas, o bien supuso estar muy cerca de aquel viejo lamento que rezaba: “¿cómo no fuimos colonizados por los Ingleses? (como si en verdad no lo hubiéramos sido…). Días atrás, Trump amenazó también al electorado neoyorkino con dejar de enviarle dinero a la ciudad de Nueva York si elegían a Zohran Mamdani como alcalde. Más del 50% del electorado le enseñó que la Democracia se sustenta en el diálogo, en las disidencias, en los consensos y, principalmente, en la libertad de pensar, de actuar y de decir, votando a Mamdani, musulmán, nacido en Uganda y declarado socialista, en el corazón de la ciudad emblema del individualismo de ese trepador que pisa cabezas para alcanzar su objetivo, despreciando todo lo humanista y colectivo. Zohran Mamdani le dijo al pueblo neoyorkino, básicamente, lo opuesto a lo que un cierto “topo argentum” viene haciendo desde diciembre de 2023 y, para sorpresa de Trump y de las élites del centro financiero mundial, su pueblo respondió con un altísimo apoyo. Propuso transporte público (colectivos) gratuitos; inversión estatal en las Infancias y en viviendas populares accesibles y, lo más loco y delirante, supermercados administrados por la ciudad con precios bajos. ¿Cómo dijo que lo hará? Cobrando un 2% más en impuestos a los residentes que ganen al menos un millón de dólares y otras medidas progresistas, estimando una recaudación unos U$S 9.000 millones. Tanto amenazar con un supuesto avance comunista (en pleno siglo XXI), al Sr. Donald Trump se le llenó de socialistas el recibidor. No todo está perdido.

Javier Ernesto Guardia Bosñak 

javierucr1970@gmail.com

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