Varios países europeos reportaron incursiones de drones no identificados en su espacio aéreo durante los últimos meses | AFP
Bélgica atraviesa horas de alta tensión luego de que una serie de drones de gran tamaño sobrevolaran sus principales aeropuertos y bases militares, obligando a suspender el tráfico aéreo y generando preocupación en el gobierno. Los servicios de Inteligencia evalúan la posibilidad de que se trate de una acción intimidatoria de Rusia, en respuesta al apoyo belga a Ucrania.
El episodio más reciente ocurrió este jueves por la noche, cuando un dron fue detectado cerca del aeropuerto internacional de Bruselas-Zaventem, lo que obligó a interrumpir durante media hora las operaciones aéreas, informó una vocera del control aéreo a la agencia AFP.
Sin embargo, el hecho más grave se registró el martes 4 de noviembre, cuando múltiples drones incursionaron simultáneamente en diferentes puntos del país. El ministro de Defensa, Theo Francken, calificó el episodio como una “amenaza seria” y explicó que las aeronaves “volaban en perfecta formación”, una maniobra que, según dijo, demuestra el uso de “técnicas híbridas vistas en otros países”.
Las alarmas comenzaron pasadas las 20:00 (hora local) de ese día, con la detección de drones cerca de los aeropuertos de Bruselas y Lieja, lo que obligó a cancelar decenas de vuelos y suspender temporalmente las operaciones. Además, se reportaron incursiones sobre las bases militares de Kleine-Brogel y Florennes, esta última con capacidad de albergar armamento estratégico de la OTAN.
El ministro del Interior, Bernard Quintin, reconoció que el origen de los drones sigue siendo desconocido. “Debemos contar con sistemas de detección e identificación eficaces, y con mecanismos para neutralizar estos aparatos”, señaló a la cadena RTL.
Francken evitó atribuir directamente la autoría a Rusia, aunque admitió que el operativo parece obra de “profesionales” con el objetivo de “sembrar el pánico en Bélgica”. No obstante, las hipótesis de los servicios de Inteligencia apuntan a una posible acción de Moscú, en represalia por el respaldo militar y político de Bélgica a Kiev desde el inicio de la invasión rusa a Ucrania.
El incidente no es aislado. En los últimos meses, varios países europeos —entre ellos Alemania, Noruega, Dinamarca y Suecia— reportaron vuelos de drones no identificados sobre instalaciones sensibles. El domingo pasado, el aeropuerto alemán de Bremen suspendió operaciones por el paso de uno de estos aparatos, y dos días antes ocurrió algo similar en Berlín-Brandenburgo.
También en Suecia, la Administración de Aviación Civil confirmó el jueves la suspensión temporal del tráfico aéreo en el aeropuerto de Landvetter por la aparición de vehículos no tripulados. “El incidente ha finalizado y el espacio aéreo fue reabierto”, indicó luego el ministro de Infraestructura, Andreas Carlson.
Mientras tanto, en Bélgica, las autoridades intentan reforzar la seguridad aérea y militar. “Un dron de este tamaño pasando frente a la torre de control no es fruto del azar”, advirtió Francken ante el Parlamento. “Estamos frente a un nuevo tipo de amenaza que requiere respuestas coordinadas a nivel europeo”.







