Preocupado como tantos otros correligionarios de mi provincia y por ende del país vemos cómo nuestro partido languidece y está próximo a desaparecer al paso que vamos. Más allá de los resultados del último comicio, prácticamente desaparecimos de la vida pública desde hace tiempo. Cuando el Comité Nacional intervino el distrito fue para algo; pasaron los días y seguimos peor, no sabemos nada de las autoridades y llegamos al colmo de que el busto de Hipólito Yrigoyen esté a un costado de la pared en el partido dentro de la sede, deteriorándose al paso del tiempo. ¡Qué triste! Si se levantaran los grandes luchadores del partido y las libertades públicas, se morirían. Me resisto a que la UCR desaparezca; estamos a tiempo, la democracia necesita de ella, debemos recuperarnos. Por lo consiguiente, convoquen a normalizar el partido; el distrito hace rato está al garete. Cuando hablo de reorganizar, hoy no tienen cabida aquellos que “desertaron a la causa”, tengan peluca y sufran de calvicie, ocupando hoy muchos cargos públicos. Exhorto a normalizar el partido en forma urgente e inmediata.
José Luis Avignone
Marcos Paz 922 - S. M. de Tucumán






