El Clima Espacial es una rama de la ciencia que estudia las variabilidades dentro del Sistema Solar y la heliopausa causadas, principalmente, por el viento solar. La heliopausa es el límite exterior del Sistema Solar, en donde desaparece el efecto del Sol y funciona como un escudo que lo protege de los rayos cósmicos galácticos. El viento solar está formado por las partículas que emite el Sol permanentemente.
Esto es importante porque tiene efecto sobre la atmósfera terrestre como en la formación de las auroras, el clima de la Tierra y las tormentas geomagnéticas. Cuando hay una tormenta solar la cantidad de partículas que llega a la Tierra es mayor y en algunos casos puede afectar a satélites y comunicaciones, por ejemplo. Pero también tiene efectos sobre los otros planetas. El viento solar arrastró la atmosfera de algunos de ellos y es, en cierto modo, el responsable del efecto invernadero en Venus.
Si se piensa en la permanencia del hombre en el espacio por periodos largos de tiempo, por ejemplo en bases en la Luna, es muy importante conocer más sobre el clima espacial. También para el funcionamiento de robots y cualquier instrumental que se use en el espacio.
El Sol es una estrella pequeña y como es la más cercana es la que más se conoce. Son muchos los satélites que observan el Sol y también se hace desde Tierra. Pero, como todas las estrellas, es un sistema muy complejo, al que hay que estudiarlo a distancia y todavía es poco lo que se conoce.
Desde mediados del siglo XIX se sabe que el Sol tiene efecto sobre la Tierra. Recién en el siglo XX hubo tecnología para estudiar el viento solar.
Recientemente la NASA y la NOAA (Admistración Nacional Oceánica y Atmosférica) lanzaron 3 satélites para estudiar los efectos del Sol sobre el Clima Espacial. La NASA lanzó la Sonda de Cartografía y Aceleración Interestelar (IMAP) y el Observatorio Carruthers de la Geocorona y la NOAA la nave de Seguimiento de la Meteorología Espacial en el Punto de Lagrange 1 (SWFO-L1).
Aunque hubo y hay varios satélites observando el Sol, estos utilizan nueva tecnología y permitirán tener un conocimiento más completo del clima espacial y del límite de la heliopausa. Se hará un mapeo completo del Sol y simultáneamente se observará la Tierra para estudiar el comportamiento de las capas externas de la atmosfera cuando interactúa con el viento solar. Esto permitirá desarrollar tecnología para proteger mejor a las personas, a los robots y a todo el instrumental que vaya al espacio.
En 2026 la NASA planea lanzar la nave SunRISE (Sun Radio Interferometer Space Experiment) para estudiar en detalle el campo magnético solar y sus erupciones, para complementar los estudios de los satélites lanzados en 2025.
Seguramente habrá otras misiones. Todavía falta mucho por conocer e investigar.







