Lionel Liendo combina experiencia, pasión y cinco títulos en su camino hacia un nuevo Open Argentina de Jiu-Jitsu
El faixa preta tucumano atraviesa uno de sus mejores momentos, viene de destacarse en Córdoba y se prepara para volver a competir en el Parque Olímpico junto a su alumno Valentín Argañaraz.
REFERENTE TUCUMANO. Con 39 años, Liendo atraviesa un gran presente y buscará en noviembre su sexto título consecutivo en el Open Argentina de Jiu Jitsu. Gentileza Lionel Liendo
Lionel Liendo se prepara para volver al escenario en el que ya escribió parte de su historia. En noviembre competirá otra vez en el Open Argentina de Jiu Jitsu, el torneo más importante del país y el que ganó durante cinco años consecutivos. Será en el Parque Olímpico de Buenos Aires, un lugar que conoce bien y que, según dice, “siempre impone”.
A los 39 años, el faixa preta tucumano atraviesa un momento pleno. Viene de un gran desempeño en el Open Córdoba, en donde obtuvo dos medallas de oro y dos de plata, y compartió la experiencia con su alumno Valentín Argañaraz, de 18 años. “Fue fantástico poder medirme con competidores de Buenos Aires, que tienen rodaje internacional, y lograr buenos resultados”, expresó. El certamen, disputado en septiembre, reunió a exponentes de todo el país y lo encontró otra vez en el podio: primero en grappling unificado hasta -91,5 kg (siendo él de la división -79 kg) y segundo en la categoría Absoluto. Al día siguiente, repitió: plata en Jiu Jitsu -91,5 kg y oro en Absoluto. “Pude desarrollar otro tipo de movimientos y estrategias, arriesgando un poco más, con el fin de seguir creciendo. El jiu-jitsu es una evolución constante”, explicó.
Liendo representa a GFTeam Argentina, la academia dirigida por el mestre Javier Cardozo, y dicta clases en Santa Fe Gym, el espacio conducido por Iván Troitinio. Se entrena todos los días, enseña a sus alumnos y, entre una cosa y otra, planifica cómo costear el próximo viaje. “Estamos sacando los pasajes esta semana, pero necesitamos sponsors. Está bastante complicado”, reconoció. Viajará junto a Valentín, a quien define como “un hijo”.
MAESTRO Y ALUMNO. Liendo comparte entrenamientos y competencias con Valentín Argañaraz, de 18 años, con quien viene de obtener seis medallas en el Open Córdoba. Gentileza Lionel Liendo
El jiu-jitsu ocupa un lugar central en su vida desde hace más de una década. Antes fue competidor de kickboxing y llegó a cinturón negro, pero cuando su mestre se retiró, decidió no continuar con otro profesor. “Empecé a dar clases para mantenerme activo y seguir vinculado a las artes marciales”, recordó. La curiosidad lo llevó al tatami. “Un amigo me insistió en que probara jiu-jitsu. Fui… y nunca más me bajé de ahí”, contó. Con el tiempo, esa disciplina se volvió parte de su identidad. “El jiu-jitsu no es solamente un deporte para mí, se convirtió en una forma de vida”, aseguró.
Salir adelante
En 2023, su nombre tomó fuerza después de un triunfo que hoy parece imposible de repetir. Ganó el Open Argentina con un desgarro de ligamentos en la rodilla izquierda. “Todos me decían que era un riesgo, que se podía romper del todo. Pero era el torneo más importante del año y decidí hacerlo igual”, recordó. Aquella vez tuvo que cambiar su estrategia y pelear de otro modo, más paciente, esperando el error del rival. Esa experiencia lo marcó. Desde entonces, cada competencia tiene un sentido especial porque más allá de las medallas, se trata de probarse a sí mismo.
De cara al próximo Open Argentina, la preparación no da respiro. “Entrenamos a un nivel alto, con muchas horas de lucha y trabajos específicos. Nos ponemos en posiciones de desventaja para aprender a recuperar el control cuando parece perdido”, detalló. El objetivo, más allá de ganar, es sostener un rendimiento constante y seguir aprendiendo. “No es por restarle importancia al torneo, pero más allá de competir, se cosechan amistades y se comparte con gente apasionada por este deporte”, agregó.
La competencia será el 15 y 16 de noviembre y reunirá a los mejores del país. Liendo buscará repetir el título, aunque su enfoque no cambia. “Nunca entro pensando en ganar. Antes de cada lucha miro al cielo y le pido a Dios no lesionarme y no lesionar a nadie. Ganar es una consecuencia de todo lo que hago dentro y fuera del tatami”, afirmó.
Grandes sueños
El próximo paso en su carrera apunta más lejos. “Ya le gané a grandes exponentes que están a nivel internacional, gente que luchó en Las Vegas, Australia u otras ciudades de Estados Unidos. Este 2026 pretendo competir en al menos dos torneos afuera”, adelantó. No necesita clasificar: sólo conseguir los medios para llegar. “En el exterior te ponen a luchar las primeras peleas con los campeones de otros torneos. Si pasás la primera, ya estás salvado”, explicó. Es un desafío que lo motiva y que lo empuja a seguir buscando apoyos.
Liendo suele repetir que el jiu-jitsu es una disciplina que no se mide por el tiempo. “Podés tener 60 años y vas a tener gente en tu categoría luchando. Es muy común verlo en Norteamérica o en Brasil”, señaló. Ese espíritu es el que lo mantiene en movimiento. Enseñar, entrenarse y competir con la misma entrega que el primer día. En su historia hay lesiones, viajes, medallas, aprendizajes. Y, por encima de todo, hay una convicción que no cambia. “Hacer el bien y ayudar”, dice. Tal vez ahí, más que en cualquier podio, esté el verdadero sentido de su lucha.






