La última vez que se designaron jueces federales fue el 28 de noviembre de 2023. En la justicia de la Capital federal las vacantes son 46 sobre 159 cargos (28,9 %). En tanto, en el interior hay 106 vacantes sobre 326 cargos (32,5 %), según el informe que publicamos hace una semana. Según las estimaciones, hacia fin de año la cantidad de vacantes aumentará significativamente por los magistrados que ya presentaron sus renuncias o que cumplirán 75 años, la edad máxima que establece la Constitución nacional. Según el Consejo Asesor de la Magistratura, hasta fin de año otros 142 jueces llegarán a la edad para jubilarse o ya tienen los años de aporte para hacerlo. Si todos se van de la Justicia, la mitad de los cargos quedará sin magistrados titulares. En lo que va del año ya renunciaron 46 jueces.
Según el mismo informe, el gobierno nacional tiene en el Ministerio de Justicia de la Nación 184 concursos de magistrados ya terminados para enviar a los postulantes al Senado de la Nación, donde se le da la aprobación definitiva. Pero, desde asumió en 2023 no mandó ningún pliego al Senado, a excepción de las postulaciones para la Corte de Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla que fueron rechazadas.
Se trata de una situación crítica, en un límite “intolerable e inadmisible”, como señaló el presidente del Colegio de la Abogacía, Ricardo Gil Lavedra, en Córdonba, en ocasión de la celebración del Día del Abogado.
Esta situación se ve en toda su dimensión en la Justicia Federal de Tucumán, que desde hace una semana está sin jueces federales tucumanos en primera instancia, ya que quien estaba a cargo del juzgado federal N° 2, José Manuel Díaz Vélez, terminó la subrogancia que por ley le correspondía y no podrá seguir al frente del juzgado hasta el 30 de noviembre, por lo que la subrogancia le fue asignada a un magistrado catamarqueño. Esto, mientras se espera que se ponga en funcionamiento en Tucumán el juzgado federal N° 3, del cual Díaz Vélez es titular, lo que estaba previsto que sucediera antes de fin de año pero problemas de presupuesto, sobre todo burocráticos, impiden avanzar en la obra.
A ello se suma no se sabe qué pasará con la fiscalía federal N° 3, cuyo titular, Agustín Chit, se encuentra actualmente subrogando la fiscalía 2 (la fiscalía general ante la Cámara Federal de Apelaciones y la fiscalía 1 están siendo subrogadas por el también catamarqueño Rafael Alberto Vehils Ruiz). Y se añade que el Tribunal Oral Federal se encuentra sin titulares, por lo que sus tres cargos han sido subrogados, por ejemplo, durante los 14 meses que duró el juicio por la causa de las obras en la UNT con utilidades de YMAD. Los tres jueces reemplazantes tienen sus obligaciones en sus propios juzgados, por lo que las tareas en Tucumán se dificultan y se hacen más lentas.
En Córdoba, los camaristas se declararon preocupados por la “exigente demanda de tareas jurisdiccionales que implica la implementación del Código Procesal Penal Federal y la existencia de Juzgados, Cámaras Federales de Apelación y Tribunales Federales de Juicio sin cobertura de las vacantes existentes”. Corresponde que ahora, pasado el fragor del tiempo electoral, los responsables políticos apuren los debates y las medidas para cubrir los cargos vacantes en la Justicia, que ya ha perdido la periodicidad para tratar las causas y ha naturalizado las carencias y las suplencias, lo cual dificulta y hasta anula la provisión de Justicia.






