SITUACIÓN ACTUAL. La proyección del bioetanol a partir de caña de azúcar para el corriente año es de 634.000 m³, pero todavía no se conoce el de maíz.
El asesor privado Franco Fogliata realizó un análisis global sobre los dos cultivos más aptos para conseguir el bioetanol que luego se mezcla con la nafta. En nuestro país, tal mezcla continúa con un escaso 12%, cuando países vecinos están por arriba de un 20%. Para el período 2006-24 Fogliata siguió las estadísticas del Centro Azucarero Argentino (CAA) y de la Bolsa de Comercio Rosario (BCR). “A partir de 2006 solo había bioetanol de caña de azúcar -208.119 m³; y en 2012, 449.014 m³-. En 2013 aparece el bioetanol de maíz, en Córdoba, en Santa Fe y en San Luis, con 170.000 m³, según BCR. Ese año en Latinoamérica no había otro país empleando esa materia prima del maíz”, indicó el experto.
Contó que desde 2015 el bioetanol de maíz empezó a equilibrar al de caña, con unos 480.000 m³. “En 2017 y en 2018 casi emparejan con 582.659 m³ caña y 590.000 m³ de maíz, para completar alrededor de 1.100.000 m³ entre ambos”, dijo.
Fogliata agregó que en 2023 el etanol azucarero bajó a 455.458 m³ y el de maíz subió a 780.000 m³, para alcanzar 1.200.000 m³. En 2024 repunta el azucarero a 577.785 m³ y el de maíz alcanza los 730.000 m³, según la BCR.
“Con este valor las cifras no ayudan, pues la BCR remarca una necesidad total de 1.210.000 m³, pero la suma de ambas supera este número. El Instituto Nacional de Vitivinicultura difundió que en 2024 el consumo de naftas llegó a los 9.712.046 m³; y un 12% de esta cifra significa 1.165.000 m³ de bioetanol”, advirtió Fogliata.
Añadió que el mencionado instituto también señala que entre 2011 y 2024, el consumo en el país registró un aumento medio anual de un 4,3%; y el consumo del bioetanol debería crecer al mismo ritmo. “Para el período que va de enero a agosto de 2025 el CAA da un promedio mensual de ese consumo de 823.375 m³; lo que al año implicaría 9.880.500 m³. Mientras, el promedio mensual de bioetanol está en 98.128 m³, que al año daría 1.177.512 m³. Así, resulta un 11,91%”, señaló.
Fogliata recordó que la proyección del bioetanol azucarero para 2025 es de 634.000 m³, pero advirtió que no se conoce el de maíz. “La BCR plantea que se debería aprovechar la coyuntura del ingreso de vehículos con motores ‘flex’, pues, como se sabe, emplean mezclas E-85 o bien 100% bioetanol (sobre todo el hidratado, más barato que el anhidro). Todo esto favorecerá al crecimiento de los cultivos citados”, puntualiza el asesor.
Un caso interesante
A criterio de Fogliata, resulta interesante analizar el caso de la producción de bioetanol de maíz, debido al rápido crecimiento que registró; en especial, en otros países. “En pocos años, Brasil pasó de la nada a producir 15.500 millones de toneladas de bioetanol en el Matto Grosso, frente a una molienda argentina de 1.951.000 de toneladas (según BCR). Una diferencia enorme”, resaltó.
Subrayó que el subir el corte con naftas de un 27% a un 30% necesitará más bioetanol a pesar de ser el primer productor mundial de etanol azucarero, con unos 30 millones de m³. “Ahora poseen 25 destilerías trabajando con maíz y ya están en construcción 10 más. La Argentina quedó con seis plantas para el maíz. Parece evidente que nuestro estancamiento se explica por esa pobre mezcla de un 12%”, consideró.
Siguió diciendo que en 2024, Brasil produjo 6.596.000 m³ de bioetanol a partir del maíz y la Argentina, 730.000 m³. La capacidad fabril instalada brasileña para ese cultivo es de 7.220.000 m³; y entre Córdoba, Santa Fe y San Luis suman de 820.000 m³.
“Los rindes fabriles obtenidos con la ‘molienda en seco’ fueron de 373 litros por tonelada en la Argentina; en Brasil, 425 litros por tonelada, y en EEUU, 493 litros por tonelada”, contó. Añadió que este último país destina unas 140 millones de toneladas de maíz para el bioetanol y produce 63 millones m³, superando al azucarero.
Fogliata explicó que la molienda del maíz tiene el gran atractivo del residuo “torta burlanda”, con enorme valor en proteínas (entre un 28% y un 30%), algo muy requerido para la alimentación del ganado vacuno y porcino. “Del azucarero sale el residuo contaminante vinaza -en Tucumán, 4 millones m³ al año-”, dijo.
A criterio del experto, el etanol tiene una perspectiva interesante: lograr el ETBE (un etil del etano). “Este oxigenante de la nafta es el preferido en la UE y se lo emplea en mezclas de un 10% a un 15%. Actualmente YPF lo elabora en Luján de Cuyo. Con el reciente acuerdo Mercosur-UE esto viene bien. Mayor aprovechamiento del etanol”, indicó. Sin embargo, alertó sobre no olvidar el “Hidrógeno verde”, gran objetivo final.
Finalmente, Fogliata se propuso conocer cuántos m³ por hectárea surgen de la caña de azúcar y del maíz, a partir de datos globales. “Con 411.200 hectáreas de caña entre Tucumán, Salta y Jujuy se proyectan para 2025 634.000 m³, según el CAA. Así, resultarían 1,54 m³ por hectárea. Para el maíz la BCR indica que se usará un 3,8% del total sembrado, 268.533 hectáreas, con un rinde medio de 7,5 toneladas por hectárea y una y proyección de cosecha de 53 millones de toneladas para unas 7.066.666 hectáreas. Al obtener 730.000 m³ surgen 2,7 m³ por hectárea o 373 litros por tonelada”, señaló.
La cifra del etanol azucarero está proyectada por el CAA y considera correctamente alcohol de melaza y alcohol de azúcar. Para 25.250.000 de toneladas de caña en el país surgen 892.000 toneladas para llegar a los 634.000 m³ proyectados al presente. Comparando con los rindes del maíz, en Tucumán de 5 toneladas por hectárea daría un valor más bajo, con 1,9 m³ por hectárea.







