La absolución definitiva de Michel Platini por parte del Tribunal Federal suizo puso punto final a una década de acusaciones que marcaron su vida. Luego de años de juicios y sanciones que lo apartaron de la presidencia de la FIFA, el exfutbolista francés recuperó su honor. En diálogo con La Gazzetta dello Sport, afirmó que ya no existe ninguna duda sobre su inocencia y que el tiempo le dio la razón.
El caso se remonta a 2015, cuando la justicia suiza investigó un pago de dos millones de francos suizos que Joseph Blatter le realizó por asesorías entre 1998 y 2002. Platini sostuvo desde el inicio que el acuerdo era legítimo y declarado ante el fisco. Ironizó que sería el primer corrupto de la historia en pagar impuestos por un soborno, defendiendo su transparencia frente a las acusaciones que lo involucraron en el escándalo del “FIFAGate”.
La FIFA reaccionó con dureza y lo suspendió por ocho años, aunque el TAS redujo luego la sanción a cuatro. Esa decisión frustró su aspiración de suceder a Blatter en la presidencia del organismo. Platini afirmó que solo querían deshacerse de él y que su imagen quedó injustamente manchada. A pesar del desgaste público, insistió en que jamás existió delito alguno y que fue víctima de una maniobra política dentro del fútbol mundial.
En los años siguientes, la fiscalía suiza pidió un año y ocho meses de cárcel para él y para Blatter, y Platini incluso fue detenido brevemente en Nanterre durante la investigación por la adjudicación del Mundial de Catar 2022, hecho que calificó como humillante. Finalmente, en 2022 fue absuelto, aunque la apelación prolongó su calvario hasta marzo de 2025, cuando la justicia confirmó su inocencia. “La absolución fue total, ya no hay sombra de duda”, repitió el francés.
“Ahora empieza mi contraataque”
A los 70 años, Platini dice no sentirse un hombre destrozado, pero sí marcado por el sufrimiento de su entorno. Contó que lo más doloroso fue escuchar cómo sus nietas eran señaladas en la escuela. “Lo peor fue para mi familia. A mis nietas les decían que su abuelo era corrupto”. Con tono desafiante, anunció que no piensa quedarse de brazos cruzados. “Ahora empieza mi contraataque, muy al estilo Trapattoni”, advirtió el exdirigente, decidido a limpiar por completo su legado.






