Recuerdos fotográficos: 1960. El cine Ocean, quemado a causa de un choque ferroviario
En este espacio de “Recuerdos” LA GACETA busca revivir el pasado a través de imágenes que se encuentran guardadas en ese tesoro que es el Archivo de LA GACETA. Esperamos que a ustedes, lectores, los haga reencontrarse con el pasado y que puedan retroalimentar con sus propios recuerdos esta nueva sección.
En la madrugada del viernes 1 de abril de 1960 un camión tanque con acoplado, con 27.000 litros de nafta, cruzó las vías de España y Juan B. Justo y fue chocado por un tren del ferrocarril Belgrano. El combustible ardió en contacto con la locomotora y se desató el infierno al quemarse y llenarse de humo edificios vecinos, entre ellos el cine Ocean, una relojería y un quiosco de José Minasian y un negocio y el domicilio de Vicente Tripolone, todos de Juan B. Justo al 1.000.
“Cuando llegué al paso a nivel observé que las barreras estaban levantadas; toqué el pito pero ya era tarde; el camión tanque se nos cruzó y fue imposible evitar el encontronazo”, dijo el maquinista Alfredo Martín Altamiranda. El chofer del camión, Francisco Hreiak, sólo dijo que trasladaba el combustible a la planta de YPF. “Cuando volcamos comencé a gritar pidiendo los bomberos y ayuda al vecindario; intenté abrir la puerta del camión para sacar unos papeles y tuve que alejarme”.
El responsable fue el guardabarreras Ramón Luciano Ibarra, que –dijo- se fue al baño y entonces ocurrió el accidente. Al ver lo sucedido, huyó y se presentó a la mañana para quedar detenido en la comisaría 5ª.
Los vecinos fueron evacuados. No hubo más que daños materiales. Los bomberos tuvieron problemas para conseguir agua para apagar el fuego, que comenzó a declinar a las 6 de la mañana, dos horas después del accidente.
El cine, que quedó completamente destruido, había sido comprado un mes antes por Humberto Veglia, propietario de una conocida heladería de la plaza Alberdi. Un conocido lo oyó exclamar: “Pensar que hice mi fortuna con el frío y ahora el calor, quizás en venganza, me ocasiona una pérdida de 500.000 pesos”. “Afortunadamente tenía seguros”, consigna la crónica del sábado 2 de abril.
También se da cuenta de que tres días antes, en un acto de despedida a soldados de San Juan que habían estado alojados en el cuartel de bomberos, un oficial había comentado que durante el tiempo que estuvo allí nunca los había visto salir por un incendio. Entonces, el jefe de Policía, Juan María Fortassin, que estaba presente, le respondió: “Es que en Tucumán nunca hay incendios”.








