El papa León XIV ARCHIVO
El papa León XIV recibió en el Palacio Apostólico Vaticano a representantes de la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada, en una audiencia en la que realizó un llamado urgente a apoyar a los cristianos perseguidos.
“La libertad religiosa no es un privilegio, sino el fundamento de una sociedad justa”, afirmó el Pontífice, al advertir sobre la creciente hostilidad y violencia que enfrentan comunidades de fe en distintas regiones del planeta.
En línea con la misión de la fundación, el Santo Padre reiteró: “No abandonemos a nuestros hermanos y hermanas perseguidos”. Para subrayar el mensaje de solidaridad, citó la Primera Carta a los Corintios de San Pablo: “Si un miembro sufre, todos sufren con él”.
León XIV destacó la labor de la organización en países como República Centroafricana, Burkina Faso, Mozambique y Perú, a la que llamó su “tierra de misión”, y sostuvo que el acompañamiento espiritual y material los convierte en “constructores de paz”, fortaleciendo el tejido “espiritual y moral” de las comunidades.
Asimismo, el Papa enfatizó que el derecho a profesar libremente la fe es una “condición esencial” para la formación de sociedades justas, ya que resguarda el espacio donde se forjan las conciencias. “La libertad religiosa es la piedra angular de toda sociedad justa, porque salvaguarda el espacio moral en el que la conciencia puede formarse y ejercitarse”, explicó.
En otro tramo de su discurso, advirtió que “no hay paz posible sin libertad religiosa”, y recordó palabras de su predecesor, Francisco: “No hay paz posible sin libertad religiosa, ni libertad de pensamiento y de expresión, ni respeto por las opiniones ajenas”.
Antes de concluir, exhortó a los presentes a “nunca cansarse de hacer el bien”, subrayando que los frutos de ese trabajo “se manifiestan en innumerables vidas y dan gloria a nuestro Padre celestial”.







