Cartas de lectores: Economía volátil

11 Octubre 2025

Una vez más toda la economía se reduce a una gigantesca incertidumbre noria sin fin, cuyo girar sobre si misma durante décadas determina ciclos recurrentes. A pesar de los mensajes de apoyo y aprobación del país del norte y sus consiguientes desembolsos para detener la tendencia alcista de la marea verde, un viejo fantasma llamado volatilidad emerge asiduo en es espectro económico. ¿En estas circunstancias de incertidumbre económica qué semejanza existe entre las colosales inversiones del mercado y su albur volátil, con”la donna è mobile” de la ópera “Rigoletto” de Giuseppe Verdi y la volatilidad de la economía? La leyenda atribuye a la “donna” su naturaleza cambiante, de ahí la analogía con los avatares de la economía. Así como surgen por doquier distintos candidatos políticos con loables intenciones, así también debería emerger un vocablo sepultado al ostracismo: consenso. Con ello las mezquindades políticas desaparecerían, y el agua a los distintos molinos fluiría sin cesar permitiendo a las aspar elevar el preciado líquido derramándolo en un beneficioso acuerdo, al consolidar y robustecer los lineamientos políticos. Nuestro punto septentrional es eterna disyuntiva, un dilema sempiterno que nos acosa continuamente. Para cristalizar el mandato de consensuar, se requiere el asentimiento unánime de renunciar y despojarse de las ambiciones y apetencias personales. Después de tanto rodar con períodos incesantes la economía en nuestro país ha alcanzado viso de comedia y tragedia. Un examen y razonamiento de un personaje de un libro del escritor barcelonés Ruiz Zatón nos alecciona: “La comedia nos enseña que la vida no hay que tomarla en serio, y la tragedia nos enseña lo que pasa cuando no hacemos caso de lo que la comedia nos enseña”.

Alfonso Giacobbe                                                                   

24 de Septiembre 290 - S. M. de Tucumán

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