Las autoridades de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación comunicaron que entre enero y agosto del año en curso las exportaciones de cítricos (dulces y agrios) tuvieron el mayor crecimiento en el monto exportado en los últimos cinco años, superando los U$S 408 millones por unas 366.000 toneladas. Estas cifras representan un incremento de un 27% en el monto y de un 21% en el volumen, respecto de 2024.
Dentro de los principales productos comercializados se encuentra el limón fresco con U$S 140 millones y un crecimiento de un 43% en el monto exportado, seguido por el jugo de limón con U$S 87 millones y un crecimiento de un14%.
Cabe destacarse que el jugo de naranja y la naranja fresca tuvieron ventas externas de U$S 32 millones para el jugo y de U$S 24 millones para la naranja, con crecimientos del 97% y del 64%, respectivamente. La Argentina es el 15° productor de naranjas frescas y el 18° productor de mandarinas.
En el complejo citrícola también se destacan los aceites esenciales que tiene la particularidad que se trata de uno de los productos que la Argentina exporta con el mayor valor por tonelada.
Así, el aceite esencial de limón se comercializó en estos ocho meses en U$S 23.320 por tonelada; el aceite esencial de otros cítricos, por U$S 26.857 la tonelada, y el aceite esencial de naranja, por U$S 15.630 la tonelada.
Se trata de insumos utilizados en la industria de alimentos; entre ellos para la elaboración de bebidas y en la industria cosmética.
Estos resultados muestran el esfuerzo de los productores, industriales y exportadores citrícolas junto con medidas que la actual gestión ha promovido para fortalecer el desarrollo exportador. Entre ellas se encuentra la apertura de los mercados de Ecuador para cítricos agrios y dulces y de limones para Chile. En cuanto a las regulaciones, se avanzó en la simplificación normativa para incentivar la producción. Así, se eliminaron los permisos de autorización de cosecha, para que cada productor elija libremente cuándo hacerlo.
Estos avances se suman a la simplificación de los requisitos sobre los envases utilizados, eliminando regulaciones que generaban costos adicionales sin comprometer la calidad del producto, así como la reducción de los aranceles de importación para insumos estratégicos junto con los de bienes de capital que son utilizados por la agroindustria.
Además, la inscripción de establecimientos que realizan el empaque, almacenamiento, climatización, acondicionamiento y/o procesamiento de frutas, hortalizas, aromáticas (especias o condimentos vegetales), semillas comestibles, vegetales para infusión, hongos y algas, se realizará por única vez de manera digital y automática, para facilitar el proceso a los operadores, buscando una gestión más eficiente y transparente del sector.







