Recuerdos fotográficos: 1945. La crisis del servicio de ómnibus urbanos
En este espacio de “Recuerdos” LA GACETA busca revivir el pasado a través de imágenes que se encuentran guardadas en ese tesoro que es el Archivo de LA GACETA. Esperamos que a ustedes, lectores, los haga reencontrarse con el pasado y que puedan retroalimentar con sus propios recuerdos esta nueva sección.
La crisis económica sacudía a las empresas de ómnibus capitalinas en 1945. Faltaban coches y en cuanto a los que circulaban no se los había podido adaptar al cambio de mano que comenzó a regir en junio de ese año. Había que cambiar las puertas que estaban a la izquierda y ponerlas a la derecha para que los pasajeros no tuviesen que descender en medio de la calle. Durante un tiempo la gente se vio obligada a subir y bajar por una sola puerta, ubicada a la derecha en la parte trasera.
En la crónica del 13 de mayo de 1945 se informa que la comuna autorizaría el aumento de tarifas a 15 centavos (costaban 10 centavos) para que los concesionarios “puedan afrontar el pago de los nuevos salarios y las exigencias económicas de las recientes leyes obreras”. Se les daba 90 días para que se colocaran “en condiciones de satisfacer todas las necesidades del transporte”.
El comisionado municipal, Lawson, informaba que el Gobierno de la intervención federal había advertido la grave situación del transporte urbano ”que es fácil observar durante el día en el peligroso hacinamiento con que viaja el público en los pocos vehículos que mantienen las empresas”.
El 12 de junio una nota titulada “El transporte urbano de pasajeros encareció y empeoró el último mes” informaba que al día siguiente se vencía “el primer plazo dado a las empresas para aumentar unidades en servicio”.
No obstante, se reconocía que no había estudios serios sobre la crisis del transporte y que la Nación no había cumplido con su promesa de proveerles neumáticos a las empresas, que por esa causa tenían muchas unidades sin funcionar.
Pero la crónica era lapidaria: decía que “si bien los decretos oficiales han favorecido ampliamente la economía de las empresas, han perjudicado en cambio los intereses de los pasajeros, sin ninguna compensación que justifique el mantenimiento de las nuevas tarifas”.
Y acompañaba con una foto titulada: “Un servicio malo y caro”.







