MARIO PERGOLINI. El conductor habló sobre una etapa de pánico y depresión.
Luego de décadas construyendo un perfil de hombre duro y rebelde en los medios, Mario Pergolini comenzó en los últimos años a mostrar su lado más vulnerable. En una reciente charla en "Deja que entre el sol", su programa de streaming en Vorterix, el conductor reflexionó sobre la muerte y reveló cómo la terapia le ayudó a atravesar etapas complicadas de su vida.
“Pensé en la muerte en una etapa de mi vida, lo cual te angustia... He pasado por depresión y pánico. Después, cuando lo pude solucionar, lo logré con terapia”, confesó Pergolini en el ciclo que comparte con Nazareno Casero, Roberto Galati y Camila Fortunato.
“Ahora no es algo que ni siquiera me importe. No me importa si sucede mañana. No me frena nada. Es algo que va a pasar, no me importa. Pero creo que lo laburé después mucho tiempo”, agregó, describiendo la angustia que esos pensamientos le provocaban y cómo superó esa etapa.
El conductor también habló sobre la evolución de su vínculo con sus hijos: “Un hijo no es siempre igual. No es lo mismo tu hijo a los cinco que a los siete años. No es lo mismo el primero, que el segundo, que el tercero. Ahora viene mi hijo Tomás, que es un hombre de treinta y pico de años. Mi relación con él de padre por supuesto que existe, pero ya no es la misma. Yo ya no le puedo decir: ‘No, Tomy, no hagas eso’. Uno termina diciendo: ‘Bueno, listo, despreocupate, ya no tenés esta labor’”.
Pergolini también recordó su lucha contra las adicciones y el papel clave que tuvo su familia. En una entrevista de agosto en Agarrate Catalina (La Once Diez/Radio de la Ciudad), explicó cómo logró sortear las tentaciones: “Cuando lo dejé, era muy joven todavía, y me había casado con alguien que nada que ver con el tema. Y cuando hubo que tomar una decisión de si armar una familia o no, todo fue muy claro”.
“No fue sencillo. La verdad que no es una batalla sencilla, pero yo le digo siempre que soy una muestra viviente de que son etapas que se pueden superar, que cuando estás en eso, te parece que nunca va a llegar, que no tenés salvación, pero es un trabajo”, destacó. Subrayó especialmente el rol de su esposa, Dolores Galán: “Esto sin contexto es como sin padre, sin hermanos, sin amigos. No son batallas muy solitarias, porque uno a veces está un poco corrido y necesitás que otro te ponga en el lugar y te acompañe”.
Sobre la recuperación de las adicciones, Pergolini señaló que “suelen tener una tasa de poco éxito. Y si el contexto no te ayuda es muy difícil”. El conductor, empresario y casado desde hace 34 años, es padre de Tomás, Valentina y Matías.
Finalmente, reflexionó sobre su retiro de la televisión tras el éxito de Caiga Quién Caiga: “Me decían loco, cómo no podemos seguir haciendo un gran negocio de esto, porque le queda todavía un poco de rosca. No es donde está mi cabeza entonces”. Agregó que su decisión no se debió a la necesidad económica: “Yo no tengo hambre, no tuve una necesidad desde muy joven de solucionar ese problema y eso te deja pensar de otra forma, planificar de otra forma. Otra cosa es cuando hay otras necesidades, y lo tenés que seguir haciendo porque es lo que te da de comer caliente”.







