En un escenario económico donde la estabilidad financiera sigue siendo un desafío para muchos argentinos, las stablecoins -monedas digitales que mantienen paridad con divisas como el dólar o el euro- se presentan como una herramienta accesible, segura y legal para preservar el valor del dinero, enviar remesas o realizar pagos internacionales.
Este tipo de activos digitales, cuyo valor se mantiene 1:1 con monedas fiduciarias, experimenta un crecimiento sostenido a nivel mundial. Su éxito radica en la combinación entre estabilidad, disponibilidad 24/7 y costos operativos más bajos que los del sistema bancario tradicional.
En América Latina, la adopción de criptomonedas creció un 42,5% en 2024, según datos de la firma Chainalysis, y gran parte de ese crecimiento estuvo impulsado por el uso de stablecoins. Argentina se destacó como uno de los países líderes, con más de U$S91.000 millones recibidos en criptoactivos. De ese volumen, un 61,8% corresponde a stablecoins, superando el promedio global (44,7%) y también a potencias regionales como Brasil.
Stablecoins en Argentina
El auge de estas monedas no es casual. En los últimos años, la combinación de inflación superior al 200%, múltiples cepos cambiarios y fuerte devaluación del peso impulsó a millones de personas a buscar alternativas al sistema financiero tradicional.
En ese contexto, las stablecoins se consolidaron como una vía práctica y legal de dolarización digital, permitiendo a usuarios individuales y empresas acceder a activos estables sin recurrir al dólar paralelo ni a estructuras bancarias complejas.
“Si bien el impacto fue más notorio en momentos de crisis, hoy vemos que el uso se descentralizó. No solo lo usan ahorristas, también pequeños comercios, freelancers, estudiantes y jubilados que buscan estabilidad, invertir o generar ingresos pasivos”, explicó Sebastián Siseles, CEO de Vesseo, billetera digital especializada en USDC, una de las stablecoins reguladas del mundo.
Para qué sirven las stablecoins
Más allá del ahorro personal, las stablecoins están siendo elegidas para operar:
- Cobros en dólares sin cuenta bancaria: profesionales independientes, pymes y exportadores pueden recibir pagos internacionales directamente en stablecoins, sin intermediarios ni altas comisiones.
- Liquidez inmediata: alianzas como la de USDC con MoneyGram permiten convertir saldos digitales en efectivo en miles de puntos de atención en todo el mundo.
- Pagos y consumo diario: más billeteras permiten usar stablecoins para pagar servicios, hacer compras o recargar tarjetas de débito.
- Transacciones 24/7: a diferencia de los bancos, el ecosistema cripto opera sin límites horarios ni cortes por feriados.
- Acceso transparente: muchas stablecoins están respaldadas por reservas auditadas, lo que aporta seguridad y confianza al usuario.
Estas ventajas impulsan también una mayor inclusión financiera, permitiendo el acceso a herramientas modernas de ahorro e inversión a sectores históricamente fuera del sistema bancario.







