RECIENTES GRADUADAS. Liz Sosa Carvahlo y Daniela Ojeda se recibieron de la carrera y crearon las prótesis que necesitaban. / UNSAM
¿Qué pasa cuando la necesidad se convierte en motor para crear? Eso es lo que vivieron Daniela Ojeda y Liz Sosa Carvahlo, dos jóvenes que decidieron tomar su propia historia como impulso y fabricaron las prótesis que hoy les permiten caminar. Ambas se graduaron de la Licenciatura en Órtesis y Prótesis de la Universidad Nacional de San Martín (Unsam) y, con las herramientas adquiridas en la carrera, dieron forma a piezas que antes parecían inalcanzables.
El interés por el diseño de sus propias prótesis surgió en tercer año de la licenciatura, cuando comenzaron a cursar materias que les exigían evaluar pacientes, diseñar y producir dispositivos, ajustarlos, mantenerlos y participar en equipos interdisciplinarios de rehabilitación. Esa experiencia académica fue el punto de partida para llevar sus proyectos personales a la realidad.
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Sus historias personales
Por medio de sus redes sociales, la Universidad Nacional de San Martín compartió la historia de superación de Daniela y Liz. En el caso de Daniela, la decisión de estudiar esta carrera estuvo marcada por una vivencia temprana: a los 14 años perdió una pierna en un accidente de tránsito. “Elegí la carrera para hacerme mi propia prótesis”, contó en una entrevista a la Unsam. Su historia es testimonio de cómo una dificultad puede convertirse en inspiración y en un camino de desarrollo profesional.
Liz, en cambio, se sometió a una amputación transfemoral y recuerda que fueron los altos costos de los dispositivos lo que la impulsó a buscar otra salida. “Elegí la carrera porque pensé que si podía ayudarme a mí, también podía hacerlo con otras personas que atraviesan la misma situación”, explicó. Su proyecto personal hoy se combina con una vocación solidaria y un horizonte de innovación.
La Licenciatura en Órtesis y Prótesis
La Licenciatura en Órtesis y Prótesis no es un camino común dentro de la oferta educativa argentina. Unsam es una de las pocas universidades del país que dicta esta formación de grado: otra institución que la ofrece es la Universidad del Gran Rosario. Se trata de un programa que integra ciencia, tecnología y arte, con foco en el diseño y la fabricación de prótesis y órtesis adaptadas a las necesidades de cada paciente.
Más allá de la técnica, lo que transmiten Daniela y Liz es la fuerza de un mensaje: el conocimiento puede transformar la vida propia y la de los demás. Su recorrido muestra que la educación pública y especializada es capaz de abrir puertas hacia un futuro más inclusivo, donde la innovación no es sólo tecnología, sino también empatía y compromiso con la comunidad.







