San Martín se juega todo en La Ciudadela y Campodónico analiza variantes para devolverle la ilusión a los hinchas

La derrota en Córdoba encendió alarmas. El entrenador no descarta cambios tácticos para enfrentar a Quilmes y volver al triunfo en casa.

TODO LISTO. Campodónico sabe que no habrá margen para el error contra Quilmes. TODO LISTO. Campodónico sabe que no habrá margen para el error contra Quilmes. Prensa CASM

La semana no fue una más en Bolívar y Pellegrini. El cuerpo técnico de Mariano Campodónico decidió que el plantel “santo” se entrenara en el césped de La Ciudadela, como si quisiera adelantarse a lo que ocurrirá el domingo. La atmósfera en el estadio fue distinta: menos ruido, más concentración, y un DT que no soltó la pizarra ni un instante. “Talismán” observó, corrigió y volvió a mover fichas con la obsesión de quien sabe que cada detalle puede definir el futuro inmediato.

Nada quedó librado al azar. El técnico es consciente de que frente a Quilmes no se juegan sólo tres puntos: se juega la confianza, la chance de recuperar terreno y el impulso necesario para afrontar la última fecha del torneo con vida.

El entrenador no oculta que la derrota frente a Racing de Córdoba lo dejó con un sabor amargo. El contraste con lo que había pasado apenas una semana antes fue demasiado evidente: del brillo y la contundencia en el 4-0 contra Atlanta a la fragilidad y la desconexión en Nueva Italia.

“El balance del fin de semana dejó un ‘gustito’ amargo porque creo que Racing no hizo demasiado para quedarse con los tres puntos. Tuvimos un par de situaciones claras y no las pudimos concretar. El empate hubiera sido lo más justo”, reconoció el DT después del tropiezo.

Ese partido expuso nuevamente las falencias que el equipo arrastra desde hace meses.

La línea de cinco defensores, que por momentos mutaba a línea de tres y que había dado seguridad en casa, lució vulnerable en Córdoba. El medio campo perdió la batalla y el ataque quedó aislado. Por eso, la semana de trabajo se enfocó en repensar el esquema. “Casi seguro Quilmes va a jugar con tres puntas, con extremos. Con la línea de cinco perdimos jugadores y quizás volvamos a la línea de cuatro en el fondo, para ver si jugamos con tres o cuatro en el medio”, adelantó Campodónico, dejando claro que el tablero táctico está en revisión.

En ese análisis, aparece la posibilidad de regresar a fórmulas que dieron resultado en el pasado. Una de ellas podría ser reubicar a Gustavo Abregú en el medio campo para conformar el doble “cinco” junto a Matías García. Aquella sociedad fue determinante durante la campaña pasada, cuando el equipo encadenó 16 partidos invictos. Recuperar esa dupla podría ser el primer paso hacia la solidez.

También asoma otra variante ofensiva: el posible retorno de Juan Cruz Esquivel para sumarse a Franco García y Martín Pino en un tridente que ilusiona. El DT sabe que la contundencia es clave y que la falta de gol le costó caro en Córdoba. Volver a tener peso en ataque es un objetivo prioritario.

Más allá de los nombres, Campodónico tiene claro qué debe corregir.  “Ellos juegan con tres o cuatro volantes por dentro y meten mucha gente en esa zona. Tenemos que emparejar el medio campo, competir y que cada uno tenga su duelo personal con el rival. Si ganamos esos duelos, vamos a tener muchas chances de quedarnos con el partido”, remarcó, consciente de que todo pasará por dominar el corazón del campo.

No obstante, el tramo final del torneo llega con un plantel golpeado por lesiones y desgaste. “(Leonardo) Monroy está mejorando, pero el golpe que tuvo en su empeine fue muy fuerte y todavía no lo deja trabajar con normalidad. Darío (Sand) no hizo fútbol hoy, pero creemos que puede llegar al fin de semana. No lo exigimos en la práctica porque arrastra una molestia en el posterior desde la semana pasada y preferimos darle tiempo de recuperación. Mañana vamos a probarlo”, explicó.

A eso se suma el cansancio acumulado tras un campeonato interminable. “El resto está cansado; fue un torneo larguísimo y en el final cuesta un poco más. Igual tenemos que mantener la fe intacta, competir hasta el último día y llegar a otra final. La única manera es estando bien de la cabeza y sin dejar de correr”, sostuvo el DT, apelando a la fortaleza mental como antídoto en los momentos críticos.

Creer o bajar los brazos

Con ese panorama, los hinchas también palpitan la definición. Hay quienes ya piensan en 2026 y otros que sostienen la ilusión. Campodónico eligió un mensaje claro. “Yo también elijo creer. Sueño con jugar otra final. Después, el de arriba decidirá si es para nosotros o no, pero si competimos como lo hicimos contra Atlanta, tenemos muchas chances”, aseguró.

El recuerdo de aquella goleada al “Bohemio” todavía está fresco y funciona como un espejo de lo que el equipo puede dar cuando todo funciona. “Ese día abrimos el marcador rápido, hicimos el segundo enseguida y todo se simplificó. En Racing, si hubiéramos convertido la que tuvo ‘Wachi’ al inicio, el partido hubiera sido otro. Estamos ilusionados con repetir el rendimiento que mostramos frente a Atlanta”, agregó el DT.

El fixture no da tregua: primero Quilmes en casa y luego San Miguel como visitante. Dos finales que pueden marcar el rumbo de toda la temporada. “Tenemos que lograr que nadie se lleve nada”, avisó Campodónico, con tono firme.

La pizarra, las pruebas tácticas y las charlas en el estadio reflejan la dimensión de lo que está en juego. No hay margen de error.

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