River Plate soñó con la épica en Brasil, pero la clasificación se le escurrió como arena entre los dedos

El tanto de Salas encendió la ilusión en San Pablo, aunque Palmeiras reaccionó con jerarquía y el "Flaco" López firmó el 3-1 en la Copa Libertadores.

Como en un efecto dominó, cada golpe empuja al siguiente. Así se sintió la eliminación de River Plate en San Pablo, en donde la ilusión de la hazaña se derrumbó con la contundencia de un hombre que atraviesa un gran momento: José Manuel “El Flaco” López. El delantero de Palmeiras, que había sido convocado por Lionel Scaloni a la Selección Argentina para la última doble fecha de Eliminatorias, firmó un doblete que terminó por sellar la suerte de un “Millonario” que había viajado a San Pablo con la esperanza de escribir una gesta inolvidable.

Marcelo Gallardo había diseñado en la semana su “11” ideal para revertir el 1-2 de la ida. Y durante el primer tiempo pareció posible. A los 7’, Maximiliano Salas provocó una falta, fue al área y con un cabezazo puso el 1-0 que igualaba la serie. El grito retumbó en el “Allianz Parque” y Gallardo, eufórico, celebró con la convicción de que la remontada estaba en camino.

Pero aquella versión sólida de River se quedó en el vestuario. Palmeiras, que había mostrado dudas en la primera parte, ajustó piezas y en el complemento volvió a ser la máquina que acostumbra.

Vitor Roque empató tras un rebote corto de Franco Armani, luego llegó la expulsión de Marcos Acuña y el penal que López cambió por gol. El mismo delantero cerró la historia con un derechazo imposible para Armani. Con jerarquía, el “Verdao” firmó un 3-1 que lo depositó en su 12ª semifinal de Copa Libertadores.

Del otro lado, el golpe dejó cicatrices. River vuelve a quedar preso de un círculo repetido: cuando parece avanzar, una caída lo devuelve al inicio. Esta vez, la eliminación en cuartos tiene un sabor aún más amargo, porque la Libertadores era el gran objetivo del año. Ni el torneo local, ni la Copa Argentina, ni la clasificación a la Libertadores 2026 parecen tener el mismo peso emocional frente a lo que significaba seguir en carrera continental.

Lo que le queda al "Millonario", tras la eliminación en la Copa

No obstante, el presente obliga a reaccionar rápido. El domingo, en el Monumental, River recibirá a Riestra en un duelo que marcará el termómetro del estado anímico del equipo. Después vendrá Racing en la Copa Argentina, un choque que también exigirá respuestas inmediatas.

El balance obliga a replanteos. La inversión millonaria todavía no se tradujo en conquistas.

Tras la caída en San Pablo, el gran reto de River ya no es la Libertadores, sino recuperar autoestima y respuestas futbolísticas en lo inmediato.

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