ENTRE LA SOLEDAD Y EL SUEÑO. Colapinto contó cómo sus años en Italia marcaron el inicio de su camino hacia la Fórmula 1. ./X @AlpineF1Team
Franco Colapinto es hoy una de las grandes ilusiones argentinas en la Fórmula 1. Las banderas celestes y blancas que lo siguen por los circuitos del mundo parecen mostrar una carrera en ascenso permanente. Sin embargo, detrás del presente en Alpine hubo un recorrido marcado por la soledad, el desarraigo y un aprendizaje a la fuerza que lo obligó a crecer demasiado pronto.
“Cuando vine a vivir a Europa no tenía amigos, estaba solo. Nadie me cuidaba, no tenía manager. Pasaba el día con los mecánicos en el taller, pero nadie me cuidaba a mí”, confesó en el podcast oficial de la Fórmula 1. Tenía apenas 14 años cuando dejó Pilar y se instaló en Italia, en un departamento sobre una fábrica de kartings, sin hablar el idioma y con la única certeza de que ese era el camino para llegar a la Máxima.
La adaptación fue dura. Hubo semanas enteras sin compañía y noches de silencio. “Estuve mucho tiempo sin nadie, fue muy duro. Me pasaba que no hablaba con nadie en semanas”, recordó. En ese contexto, hasta las salidas al shopping los fines de semana, para comprarse algo de comida y cocinarse, se transformaron en pequeños hitos de independencia.
Franco Colapinto habla sobre su vida viviendo en un taller italiano a los 14 años:
— 43 â (@ColapintoFiles) September 24, 2025
ðï¸Â¿Qué hacÃas los findes de semana?
âIba al shopping⦠sólo. Me compraba algunas cosas, para cocinarme. (â¦) No tenÃa amigos.â
ðï¸TenÃas 14⦠¿Quién te cuidaba?
âNadie, estaba sólo. No tenÃa⦠pic.twitter.com/Bl8XanJiJb
Su padre, Aníbal, recordó la determinación que marcó a su hijo desde el inicio. “Me dijo: ‘Si en algún momento tengo una posibilidad, que es muy remota, de llegar a la Fórmula 1, es viviendo en Europa’. Todo es mérito de él”, contó.
Con el paso de los años, Colapinto reconoce que ese sacrificio fue la mejor escuela. “Para mí, la mejor escuela es vivir una vida que nunca imaginaste o que nadie más está viviendo”, expresó. La experiencia lo fortaleció y hoy le permite afrontar con otra madurez los desafíos de un presente exigente en Alpine, donde convive con los vaivenes de un auto que no siempre responde.
Mientras se prepara para el próximo Gran Premio de Singapur, el piloto argentino repasa aquel pasado que lo marcó para siempre. De aquel adolescente que corría contra la soledad al hombre que hoy compite rueda a rueda contra los mejores del mundo, la historia de Franco Colapinto deja en claro que los campeones también se forjan en las carreras invisibles que nadie ve.







